Los ideólogos: Juan Pablo Viscardo y Guzmán

TRAS LAS HUELLAS DE VISCARDO CXXI Los libros de Batllori y Vargas Ugarte suscitan numerosos trabajos ampliatorios a los cuales nos Teferiremos muy suscitamente y por el orden de su aparición. En 1955 se publica el ensayo de Jerónimo Alvarado Sánchez, Dialéc– tica democrática de Juan Pablo Vizcado 180 que se basa en los trabajos de Vargas Ugarte, pero parece desconocer los de Batllori. Alvarado Sánchez presenta al prócer como un "auténtico y original enciclopedista americano que paTticipa plenamente en el siglo XVIII" en juicio que aparece un tan– to gratuito a lo largo de su cordial reflexión y que sólo1intenta aceTcarse a la exégesis textual para sostener la influencia de la filosofía política de Loc– ke y del pensamiento y el estilo de J efferson en nuestor autor. En 1957 pusimos por nuestra parte énfasis en la importancia de las cartas de 1781 publicadas por Batllori 181 destacando el pensamien– to de ViscaTdo sobre la realidad social del Perú de la segunda mitad del XVIII y su concepción de una comunidad nacional formada por indios, crio– llos, mestizos y negros, frente al peninsular advenedizo; es decir, el hito fundamental que significa Viscardo en el proceso de la conciencia nacional peruana y el valor de un testimonio que debía confrontarse con otros simi– lares como los de Túpac Amaru, Carrió de la VandeTa, Baquíjano, Victo– rino Montero, los colaboradores del JJ.1ercurio Peruano, etc. Entendemos que Miguel Maticorena ha vuelto sobre este asunto en un breve ensayo que no hemos podido leer aun. De ,esos años son los aportes de César García Rosell 1 82 y Enrique de Gandía 183 , defensor el primero e impugnador el se– gundo, de la autenticidad y paternidad viscardiana de la Carta. En 1963 y 1964 aparecen dos nuevas biografías de Viscardo de Gus– tavo Vergara Arias l 1 8 4 y del autor de esta recopilación 185 • Vergara une en su trabajo los aportes biográficos de Vargas Ugarte y Batllori y aprovecha el ATchivo de Miranda y otros numerosos estudiosos ya, citados para poner en relieve la difusión de la Carta. Batllori le observa el que no conceda mayor importancia a un documento de 1789 en que el desterrado se ofrece a proporcionar a las autoridades dos proyectos muy útiles a la monarquía y aun a emprenderlos a su costa si se le permite retornar a su patria. Por nuestra parte consideramos que el documento sobre el patriota y guerrillero huamanguino Juan de Alarcón, que Vergara publica como apéndice de su libro, no constituye un testimonio plenamente probatorio de que la Carta hubiese llegado a Huamanga enviada poT Belgrano. Sostiene Mitre que 18 ° Cfr. nota 161. 181 Cfr. nota 10. 182 Revista del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú, n9 12, Lima, 1956-1957. 183 !bid., pp. 77-93. 18 4 Juan Pablo Viscardo y Guzmán, primer precursor ideológico de la Emancipación hispanoamericana, Lima, 1963, 178 pp. 18 5 Cfr. nota 162.

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