Los ideólogos: Juan Pablo Viscardo y Guzmán

JuAN PABLO V1scARDO Y GuzMÁN 27 faltriquera y aun los 43 doblones de a 16 que allá tenía, se hubieron de quedar depositados en Ud. por la precisi6n atropellada y repentina de mi embarque, que ojalá los hubiera traído conmigo, para el necessario socorro de tanto como necessito enfermo. Ayer 21 de Junio estubo aqui D. Alon– so, de passo para Madrid, y me dixo dexaria un libramiento a mi favor, mas ya se fué y no lo dex6, paciencia y Dios socorra; sólo me añadi6 que en bTeve llegaría nuestro hermano D. Bartolomé en alguno de los navíos del cavo. Lo desseo mucho, y Dios lyo trayga bueno. Ya sabrá Ud. cómo se quedaron en Cartagena los P.P. Moneada y Larreta por inválidos y el P. Albarracin casi moribundo, sin esperanza de vida: allí murieron los P. P. Piñeyro y MaTtín del Castillo, fuera de un hermano y otro que quedaba muy malo. En mi nabegación sólo tuve un hermano difunto, que se echó al agua, fuera de otro que murió en Valpa– rayso, adonde dexe tres enfermos, que no sé si vendrán con los P. P. de Chile. También sabrá Ud. c6mo el Papa no quiso reciviT a los Padres primeros que despachó el Rey a Civitavechia, los que fueron arrojados a las playas de la isla de Córcega, adonde fueron después acogidos de algunos vecinos y alli mismo van ahora otros de los nuestros, fuera de los estran– jeros que se despacharon a Liorna, para transpornerse a sus Provincias y de otros que fueron a pedir del General les dirimiese los votos, como escho– lares y algunos Profesos, que solicitan del Papa la dispensación de sus vo– tos solemnes. No sé cómo saldrán y si salen bien, dicen que el Rey les ha prometido ponerlos en sus patrias. Entre los escholares fué ya el angelito de Manuel Baeza, a quien disculpo en su antojo, viendo el desengaño de CóTcega y el ningún abrigo de Roma, quando en Lima podrá servir a su pa– dre. Ud. lo atienda si fuera por allá y a su buen Padre procure ayudarlo en quanto pudiere. No me olvido de nuestro D. Benito Moreyra ni de mi comadrita, a quienes me encomiendo muy de corazón y salude Ud. de mi parte a Petita como también a todos los nuestros. Dios los conseTve y a Ud. me lo guar– de Dios muchos años. Puerto de Santa Maria y Junio 22 de 1768. De Ud. su siempre amante de corazón. Joseph Perez. Archivo de la familia Moreyra, Lima, (actualmente en el Archivo Ge– neral de la Nación, Lima). Rubén Vargas Ugarte, S. J., Jesuitas Peruanos Desterrados a Italia, Li– ma, 1934, pp. 165-167.

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