Los ideólogos: Juan Pablo Viscardo y Guzmán

8 CÉSAR PACHECO VÉLEZ 52 DON TOMAS PEREZ DE ARROYO, COMO APODERADO DE LOS VISCARDO, SUPLICA AL MINISTERIO DE INDIAS EL COBRO Y ENVIO DE SUS BIENES HERED1TAROS Madrid, 23 junio 1785. Señor: Don Josef Anselmo y don Juan Pablo Viscardo, naturales del obispado de Arequipa en el Perú, estudiantes secularizados que fueron de la extinguida Compañía de Jesús, residentes ahora en Masa de Carrara, a los reales pies de V.M. dicen: Que, a conseqüencia de la real cédula de. 5 de diziembre de 1783, en que V.M . se dignó declarar a los coadjutores y demás individuos de aquel cueTpo expatriado (que por la bula de extinción quedaron seglares) con ca– pacidad para adquirir los bienes muebles o raíces y otros efectos que hu– biesen recaído en ellos y les correspondan por herencias de sus padres, pa– rientes o extraños, mandas o legados, bajo las reglas y prevenciones conte– nidas en la citada real cédula a favor de los mismos expulsos, pasaron los suplicantes a otorgar sus poderes 1 a favor de los doctores don Antonio Ven– t ura Varcárcel y don Jorge Medrano, prevendados de la santa iglesia de dicha ciudad de Arequipa, con la confianza de que, por su estado y carác– ter, podrían proceder con menos respetos al recobro de sus lexítimos de– rechos, dimanados de las herencias de su padre y su tío, nombrado don Silvestre Viscardo, presbítero, que les instituyó sus universales here– deros en el remanente de sus bienes, pagadas que fueron algunas mandas especiales que hizo; y posteriormente lo han otorgado general a don Tho– más Pérez de ATroyo, agente de los del número de vuestro supremo Con– sejo de Indias, que firma esta representación por la mucha satisfacción que tienen de su persona, para que por su dirección y acuerdo tenga efecto el reint egro de sus derechos, y cese el gravísimo perjuicio que han padecido h asta el pTesente, viéndose privados, en medio de sus necesidades, de las asistencias y alivio que devían proporcionarles sus propios bienes Y a fin 1 La escritura de poder a favor de los prebendados de Arequipa, no se ha hallado, como tampoco la otorgada a don Tomás Pérez de Arroyo, a la que se alude al final de este documento. Este último era también paisano de los Viscardo [nota de Batllori, p. 242].

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