Los ideólogos: Juan Pablo Viscardo y Guzmán

LVIII CÉSAR PACHECO VÉLEZ Viscardo, su coincidencia sustancial con el propio jefe de 'la gran rebelión, José Gabriel de Condorcanqui, y con expresiones criollas contemporáneas de la importancia de las de José Baquíjano y Carrillo en agosto del mismo año e invita a señalaT un: camino ,que permita descubrir un mismo plantea– miento político reformista y hasta revolucionario, sustentado en una visión y en una vivencia "nacional" del Perú~ al iniciarse el último cuarta del siglo tXVIII, como "un todo político", para decirlo con las mismas palabras de Viscardo 26 • Las cartas de 1781 constituyen el mejor alegato "criollista" peruano de su tiempo y una de las mas sugestivas reflexiones sobre la realidad so– cial pernana en 1 las postrimerías del régimen virreinal; incluso una explica– ción sagaz, ar interior de nuestra propia vida histórica, de las raíces de una conmoción inesperada para d lejano observador europeo. Ellas determinan sin duda el primer viaje de Viscardo a Londres y un definitivo cambio de rumbo en su vida. Junto a esas cartas, que a partir de 1953 se vienen difundiendo e in– corporando a la exégesis del pensamiento de Viscardo, interesa destacar otro documento de ese mismo momento: 1.os despachos de Louis Dutens, miembro de la legación británica en Turín, a Stanier Porten, del servicio diplomático de Londres, sobre las resonancias de la rebelión de Túpac Amarn en Italia, del 27 de junio al 31 de octubre de 1781, que se encuentran en ·el Public Re– cord Office de Londres y publica Batllori, en las partes ,que se refieren a nuestro tema. Parece que la fuente de información de Dutens es un ex-je– suita italiano que ha vivido ocho años en ·eI Perú, que en opinión de Bat– llori no es otro que Pietro Berugini, el mismo informante de Viscardo. Du– tens, a causa sin duda de que las informaciones que recibía de Berugini eran orales y no escritas, confunde nombres y referencias y mezcla noticias de distintas épocas. Así, parece identificar a Tupac Amaru con un príncipe Casimir, a quien sin embargo atribuye una revuelta anterior en 16 años a la de Condorcanqui, cuyo escenario fue un punto impTeciso entre Lima y Qui– to, tal vez cerca de Cajamarca, y que fue sofocada por la intervención de los jesuitas. Casimir ha continuado en su idea subversiva y tiene a la sa– zón 55 años, "es un hombre sensato y muy activo ... y tiene un hijo de tre– ce años quien muestra mucho ánimo y mucha habilidad" 27 • En los des- ' pachos posteriores de Dutens, Túpac Amaru es Túpac Marri y en ellos rea– parece Casimir como un aliado y jefe de una inminente sublevación al noT– te de Lima. En los despachos de finales de octubre de 1781, Dutens comu– nica ya el desastre de Túpac Marri, debido a la falta de armas y a la trai– ción, pero asegurn a su corresponsal que a pesar del abatimiento del áni– mo de los rebdd<ts "hay todavía un número tan grande de espíritus exas- 2a V. in.fra, doc. nQ 74, 9<? párrafo. 21 V. infra, doc. nQ 73.

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