Los ideólogos: Juan Pablo Viscardo y Guzmán

TRAS LAS HUELLAS DE VISCARDO LIX perados en esa región que ellos estarán siempre dispuestos a segmr a ese jefe ... '', pues Túpac Marri no ha sido aun ejecutado 28. En otro informe atribuido a Berugini, se habla de José Casimiro Bo– nifazio Túpac Amaru. El informe de Berugini, copiado por Viscardo, que Udny envía a Londres el 14 de octubre de 1781, coincide en lo esencial con las cartas anteriores, vuelve a confundir las figuras de Tupac Amaru y Ca– simiro, y añade a otro personaje: el Chitncho, rebelde que después de un sostenido levantamiento se ha retirado el año 73 a la región de Tarma, ha formado allí "un estado considerable y en las presentes circunstancias actúa como lugarteniente del Inca 29 • Este Chuncho actualizaba sin duda, en la imaginación de los trasterrados, el recuerdo y la leyenda de Juan Santos Atahualpa. Es interesante destacar, asimismo, que los otros papeles vinculados a Viscardo que se encuentran en los archivos de Londres, se refieren al le– vantamiento del Sowr:ro en Santa Fe de Nueva Granada, Yi a los intentos de propagar los disturbios en Caracas 30 • Y en e~ Archivo de Miranda, en Caracas, uno de 'los pocos y extensos manuscritos que se conservan entre. los que pueden atribuirse a copia y anotaciones de la propia redacción de Viscardo, es! precisamente una relación sobre .el levantamiento de Santa Fe. De este conjunto de informaciones falsas o exageradas se puede ob– tener, sin emhargo, el indicio de que la rebelión de Túpac Amaru aparece ante algunos observadores europeos vinculada a otros movimientos análo– gos anteriores. La rebelión del príncipe Casimir, de que habla Dutens, pue– de estar conectada con l 1 a rebelión de Quito de 1764 (a la que se refiere también Viscardo como prueba del gran predicamento social de los criollos), que es 16 años anterior a la de Túpac Amaru. Y algunas referenc;ias im– precisas, vagas o sencillamente fantasiosas, podría remitirnos a las reso– nancias de la rebelión de Juan Santos y a otros movimientos incanistas y mesiánicos del XVIII, cuyo estudio ha despertado últimamente especial in– terés 81. En cualquier caso, la gran rebelión de Túpac Amaru se presenta inequívocamente como la culminación de un proce&o y como la gran coyun– tura en la cual confluyen, desde distintas perspectivas históricas, indios, 28 V. infra, doc. nQ 73. 29 V. infra, doc. nQ 77. 80 V. infra, doc. n9 75. a1 J ohn Howland Rowe, El movimiento nacional inca del siglo XVID, CUzco, Revista Universitaria, nQ 107, 1954; Horacio Villanueva Urteaga La idea de los Incas como factor favorable a la Independencia, Cuzco, 1958· 'Ma– rio Castro Arenas, La rebelión de Juan Santos, Lima, 1973; Luis Durand Flo– res, Independencia e integración en el plan político de Túpac Amaru, Lima 1974; Juan Ossio, Ideología Mesiánica del Mundo Andino, Lima, Ed. Ignaci~ Prado Pastor, 1973, 477 pp. Sobre la posible vinculación de Túpac Amaru con Baquíjano y Carríllo adelanto algo en José Baquíjano Y Carillo en Cádiz (1799-1802) a través d~ un epistolario inédito, Actas del V Congreso Internacional de Historia de Améric_a, Lima, 1972, T. II, pp. 531-593.

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