Los ideólogos: Juan Pablo Viscardo y Guzmán

TRAS LAS HuELLAs DE V1scARno LXXIII tico de la población y los recursos económicos del continente elaborado por el propio Viscardo, con deducciones y cálculosi "que mas se aproximan a la exactitud sin exageración" y hechos sobre la base "de los documentos mas conformes". Este sería, pues, excluída la Carta, el documento de Viscar– do mas importante de cuantos se guardan en el Archivo de 1V!iranda. La última pieza del capítulo es la "Noticia de la poblaci6n deo Rey– ·no de México comwrllicada por el ex-jesuita Clavigero a su colega Vizcardo", tal como aparece denominada en la carta de Caro a Urquijo 4 ª. Hay, pues, de este papel, la versión del Archivo de ·Indias de Sevilla y la del Archivo de Miranda. Por su tema se vincula al documento anterior y testimonia las vinculaciones de los ex-jesuitas americanos en Italia y las inquietudes americanistas que los animaron en su largo y definitivo destierro. Las prfrneras ediciones de la "Carta a los españoles Americanos" En el capítulo IX se reproducen las que podemos llamar las "princi– pales" ediciones de la Carta dirigida a los españoles americMZ.os, es decir las que se publican dentro del período de la Independencia de 1799 a 1822: de la primera, en francés, de Londres o Filadelfia en el último año del siglo XVIII, a la octava y primera peruana, que aparece en las páginas del limeño Correo político, mercantil y literario, en marzo de 1822, en los mis– mos días de los célebres debates de la Sociedad Patriótica de Lima, cuando se decidía el destino republicano del Perú. Los primeros problemas hermanéuticos que plantea la Carta: el idio– ma de su redacción original, las fuentes ocultas, etc., permanecen irresueltos porque, como ya se ha indicado, el manuscrito que debió entregar a Miranda Rufos King, junto con los demás papeles de Viscardo, no se ha conservado. Parece probable que esa redacción originaria fuera en francés e incluso que Viscardo recibiera estímulos para su redacción de los aconte– cimientos de la Francia revolucionaria con los que tuvo mas cercano con– tacto en su segundo viaje a Londres. Por lo demás, Caro en su carta al ministro español Urquijo (Hamburgo, 31-V-1800) afirma que Miranda está traduciendo la Carta para una próxima edición. Si el manuscrito de Vis– cardo hubiera sido redactado en español no habría habido necesidad de una retraducción. Y, en fin, no se explicaría que Miranda recomendara a Gual la traducción 4 9. El tema de las fuentes e inspiraciones literarias filosóficas y polí– ticas de la Carta es acaso el que aun ofrece, dentro de la investigación vis– cardiana mayores posibilidades. Mas adelante volveremos a tratarlo, pues 4 V. infra, doc. n<:> 98. 4 9 Carta de Miranda a Gual, v. infra, doc. nQ 92.

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