Los ideólogos: Juan Pablo Viscardo y Guzmán

LXXVIII CÉSAR PACHECO VÉLEZ ca y propagandística, y de la cual no se han hallado aun ejemplares. Esa edición es la descrita por los censores de la Inquisición de México y, segu– ramente, la que sirvió de modelo para su reproducción, lo mas exacta que fue posible, en Buenos Aires el año 1816. Debemos la aclaración definitiva de este importante punto a un bre– ve y lúcido artículo de José María Mariluz Urquijo 63 • En efecto, Miran– da escribe una carta al gobernador de Trinidad, Hislop, el 8 de febrero de 1810, pocos días después de la redacción de la proclama Americanos baxo el yugo español, que aparece fechada en enero de ese mismo raño, en la cual le anuncia el envío de "dos legajos de pamphlets por mano del general Mai– tland que está aquí; y estos son para Ud. y para Febles, reimpresos en ésta por un Colombiano de Guayaquil que ha puesto una Corta y Vigorosa adi– ción a Vizcardo: h ágalos V. pasar por mano de cualquier sujeto al Con– tinente opuesto". La referencia al impreso no puede ser mas clara. En otra carta de la misma fecha, Miranda le repite lo mismo a Febles: "aquí tenemos algunos americanos criollos que todos piensan y sienten como no– sotros aunque con mas vehemencia y severidad, como verá V. en la Corta adición al Papel de Viscardo que ellos han reimpreso aqwí y que usted reci– birá pronto para que sin dilación la haga pasar a los interesados de la Costa Firme" 64 • Pero si quedara alguna duda sobre la existencia de esa edición, ella queda disipada con el testimonio de los inquisidores mexicanos, los califica– dores Fray Luis Carrasco y Fray José Bárcena, quienes el 11 de septiembre de 1810, es decir cuando podemos suponer que ya se estaba difundiendo el impreso en México y América Central, afirman: "La Carta impresa con treinta y seis páginas dirigida a los españoles americanos por un compatrio– ta, cuyo autoT se supone don Juan Pablo Viscardo y Guzmán, ex-jesuita y ya difunto en Londres el mes de febrero de 1798, y la proclama que sigue 'Americanos baxo el yugo español', apoyándose en aquella con el fin de se– ducir a la independencia, son entrambas dos producciones las mas mortí– feras, libertinas e incendiarias que se han visto jamás, y podemos decir con tQda seguridad ser, tanto la carta como la proclama, mucho mas temi– bles y de mas peligro en AméTica, y especialmente en México, que todos los cánones del actual déspota, el intruso Bonaparte" 65. Sólo queda hallar un ejemplar de esta quinta edición de la Carta, se– gunda en español, y londinense como todas las anteriores, cuya originalidad principal, sin embargo, el añadido de una proclama seguramente redactada por el propio Miranda, se repetirá en la séptima edición, de Buenos Aires, el año 1816. 63 Sobre una proclama atribuida a Mariano Moreno, en: Revista del Instituto de Historia del Derecho Ricardo Levene, nQ 15, Buenos Aires, 1964, pp. 208-211. 64 Los subrayados son nuestros. V. infra, docs. n<? 113 y 115. e5 V. infra, doc. nQ 116.

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