Los ideólogos: Juan Pablo Viscardo y Guzmán

TRAS LAS HUELLAS DE VrscARDO XCV con el lascasismo de la independenC'Ía de los Países Bajos y de la guerra de los Treinta años" 109. Podemos aceptar que la cita de Las Casas sea un añadido de Miran– da, pero el lascasismo de la independencia de los Países Bajos pTesentado como un ejemplo y un estímulo para la independencia de la América espa– ñola sí está presente en el texto mismo de Viscardo pues alude con entusias– mo el "noble espíritu de libertad" de Holanda 110 . Y casi al término de su ale– gato, repite el argumento: "Las diversas regiones de la Europa, á las quales la Corona de España ha estado obligada á renunciar, tales como el Reyno de Portugal, colocado en el recinto mismo de la España, y la celebre Re– publica de las Provincias Unidas, que sacudieron su yugo de hierro, nos en– señan que un continente infinitamente mas grande que la España, mas rico, mas poderoso, mas poblado, no debe dependeT de aquel reyno ... " 111 . Hay pues en Viscardo un cierto lascasismo, subrayado por Miranda si a él debiera atribuirse la nota final, que se difunde profusamente en los días de la Emancipación y llega hasta las admirables cartas de Bolívar 112 , poniendo una nota de incongruencia en la causa que encabezaban los crio– llos: el descrédito, por boca del' reactualizado La Casas, de sus antepasados los conquistadores. Volviendo recientemente Batllori al tema del lascacismo de Viscar– do y a la hipótesis de Menéndez Pidal, ofrece algunas reflexiones y análisis que lo inducen a sostener que entre el CVATtts ideológico de la Carta y la úl.:. tima cita de Las Casas hay "cierta discordancia'" pero que no se puede ha– blar de contradicción verdadera" 113 • Afirma que la llamada para trascri– bir el largo y virulento pasaje de la Destrucción de las Indias está puesta en un párrafo final embebido de espíritu religioso, propio de Viscardo pero que no cuadra con la mentalidad de Miranda 114 . En verdad nadie ha sostenido que el párrafo final de la Carta sea de Miranda; ~a atribución 109 Ibídem. La edición francesa de Las Casas que se cita en la Carta (París, 1697) es, según la ficha de la Biblioteca del Congreso de Washington, traducción hecha por J. M. B. de Bellegarde y reúne varios opúsculos las– cardinos, en una versión condensada y modificada de ellos. 110 p. 23, 29 párrafo. 111 p. 37, 2<? párrafo. 112 Menéndez Pidal se refiere a la Carta de Jamaica y otras de Bolívar de esa misma época y luego a la influencia de Viscardo en el libertador, pp. 368-372. Pero acaso más entusiasta en su admiración por Las Casas es la carta de Bolívar al poeta Olmedo, escrita en el Cuzco, el 27 de junio de 1825 en la que llega al fastigio su deslumbramiento ante el Cuzco imperial y afir– ma que la historia americana por antonomasia es la Destrucción de las In– dias del P. Las Casas (cfr. César Pacheco Vélez, Historia y paisaje del Perú en el epistolario de Bolívar, en Bolívar, órgano de la Sociedad Bolivariana del Perú, n9 11, Lima, julio de 1974, pp. 15 y ss. No hemos encontrado en los escritos de Bolívar referel:_lcia directa a Viscardo, pero es evidente que repite sus argumentos y que debió conocer su texto por propia lectura o a través del mexicano Mier. 11a Del abate Viscardo a Mcmseñor Muzi, en las actas del Quinto Con– greso Internacional de Historia de América, T. II, Lima, 1972, pp. 370 y ss. 11 4 Ibid., p. 370.

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