Los ideólogos: plan del Perú y otros escritos

2 1A ruEL Lo RE zo DE V IDAURRE corren como propio de lo intendentes para sus reventas. Habiendo sido u precio de 75 peso y hoy el de 50 por di posición de la Junta, los venden a 130, 200, 250 2 • e alen de la e ca ez y nece idad enriqueciendo con la ruina de un cuerpo tan privilegiado y perjudicando a .M. de un modo in– calculable. 1 minero que e halla con piedras que no puede convertir en metale in e fluido, que tiene que mantenerse, que habilitar Ja mina, que pagar a los acreedore que le oprimen no repara en el precio para salir del ahogo. Bien e que le roban, detesta al magi trado, pero no descubre r - medio en u angu tia, toma el azogue y procede al beneficio. En la finali– zación e cuando conoce el error· el resultado no es bastante para llenar su~ urgencia , queda en el mismo conflicto y vende las piñas 2 ª en bajo precio para ocultarla a us habilitadore . De e tas pastas como no se convier– ten en barra no e paga el 59, se revenden a los plateros o. pa an por alto a la Europa; iendo é te el comercio ven tajo ísimo de los rescatadores usu– r ros pierde el Rey, pierde el privado, el minero se da por fallido, la mina e abandona, y i alguno la denuncia, resultaron pleitos y en él nueva ga– nancia para el Intendente. ¡Qué de males que mi pluma poco diestra no abe pintar, pero que e ufr n y tienen d bilitada esa parte del mundo, la má rica y precio a! Las ubdelegacías las venden egún la utilidad que puede reportar el subdelegado, unas n cuatro mil pe o otra en ocho nueve y la más pe– queña en do . e mérito no e hable, e figura en la propue ta lo que se quiere y el que ha comprado el oficio ntra a robar vender. Un mulato, un europeo que antes estu o en una taberna y vino al Perú de polizón 3 , al una vez algún eñorito maquina, é to son lo agraciados. La experien– cia y no la oce puede formar el panegírico de tales langostas. Tienen un comercio privativo o un tanco de cuanto ramos on útiles. Hacer– le ombra o competirle un crimen de maje tad, apri ionan, destierran, in- ultan, desobed cen a la R al udiencia qu tien el azote de eda, e aco - tumbran al pillaje y lo va allo d l Rey de paña no hac n n e a triste omarcas, sino llorar y gemir. ¡Fu ron tan grandes lo padecimientos clr. los americano del norte cuando e hici ron independientes de u metrópo– li l 1 papel ellado 1 pareció in poTtable 1 impuesto sobre el té hizo reventar la mina. El com rcio de mula e 1 má común de lo subd l gados, y las in– troducen para r partirla o omprada por ( mi mo bajo el nombre de otro. i carecen CI facultade , prot j n J repartimiento de algún comer– cian te por la gratificación de cuatro peso por cada mula que ea vendida. ¿Y dónde tá la 1 y d D r cho Público qu impide el comercio en 1 qu administra Ja ju. ticia? ¿ ómo s nt n iará l subdelegado contra el indi- ., Corresponde al año de 9 de st siglo. !! 11 Piñas: plata ya beneficiada. :$ Europeos qu ntran a la Am 'rica sin empleo, caudal, ni d stino.

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