Los ideólogos: plan del Perú y otros escritos

1A UEL LoRE zo DE VrnAURRE toria tan con olantes para una imaginación viva en el seno de la soled ad! En el mi mo estado se hallan lo camino de aquellos ricos minerales de Yauricocha, Hualgayoc, Ollón, etc. ¿Cómo no estima el hombre su exis– tencia? ¿Y cómo tanto gobernadore no han fijado la vi t a en aquello male. El camino del uzco a Lima e tan ríe go o e incómodo que la fre– cuencia ola lo hace meno espanto o. Lo balcones en el aire son suple– mento a lo ango to de la vereda, que se forman con débiles leños y cañas. La prnfundidad es de mil varas cuando menos y tiembla la miserable bar– bacoa con el paso tímido y lento de la mula. En Moyopata hay un trán- ito de e ta especie de pequeña latitud y longitud. Costaría la obra de cal y piedra cien duro y hasta hoy no ha habido gobern ador que la determi– ne. 1 puente del río Apurímac es de sogas y palos, con lo que produce podía haber e formado de plata. En él mueren muchos; e tán en su seno epultada inmen a riquezas por el menor acaso . Cuando del todo se des– compone, detiene a los caminantes y viajero . Exige la obra Temedio, lo meditaron nue tros tra abuelo , tal vez no lo verán nuest ros últimos nie– tos. e nece itan muy poca erogacione para el remedio. Aquellas mis– ma cantidade que hoy se pagan pueden er bast antes, bien di stribuid as y añadiendo un corto consejo. Los reos que habían de ser destinados a los presidios, que se apliquen al trabajo de lo caminos y allí satisfag an a la república la ofensa que han hecho con el provecho que recibe de su ma– nos. ¡Cuánto mejor será que s ocupe un homicida allí por diez años, que u penderlo por un in tante, dando un espectáculo aunque terrible, pasa– jero. Muchos e contienen más por el temor de una larga existencia de - rraciada, que por la muerte mi ma. Sobre todo en l primer caso se lo– gra el escarmiento, en el egundo e une al escarmiento la utilidad pública. i e han rematado hasta e to ti mpos lo puente y derechos de camino , ya de aquí en adelante deberán quedar unido a la administración de rentas. 1 tiempo de sacarse la guía e hará el pago que h abía de veri– ficarse en el itio de la impo ición. El administrador, pasará mensualmen– te al 'abildo qu corresponda lo ate orado bajo r cibo. No puede abu- ar el admini trador porqu la guía lo de cubre; no puede excepcionar e 1 caminante, porque la admini tración d renta s su fiscal. o hay cosa má fácil qu 1 1 ien público, cuando el hombre tu- dia n él orno n sus propio int rese . Valparaí o a Quillota, h ay un camino molesto, incapaz de carruaj ; con todo, para ponerse en el est a– do en que halla, e ordenó i rta contribución, el co to se ha sacado con ce o, 1 gravamen ubsiste no resulta en provecho de la patria. 1 produ t<J del rcmat ignoro a qué se aplica, lo qu sí ' s que el licitador rrporta graneles ventaja , siendo por lo r gular estas gente unos impío , que con m11 poco trahajo una negociación segura nriquecen y at esoran,

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