Los ideólogos Toribio Rodríguez de Mendoza

TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA 93 gan libros que no han leido, ni es fácil los entiendan: que es lo mismo que decir, que son precisados á caminar sobre una linea recta con los ojos vendados. La quarta, y efecto de las antece– dentes utilidades y ventajas, es que en este método se expedirán con facilidad, fluidez y acierto : porque las materias son de aque– llas, en que han adquirido un caudal suficiente de ideas y voces, y en que están exercitados, quando en el otro se exponen a un manifiesto y preciso deslucimiento. Además de ser poderosas y bastantes las razones indicadas para variar el plan antiguo, no hay por otra parte el menor incon– veniente, sino es que el proyecto presente es nuevo; que nuestros mayores no conocieron, ni observaron otro método de Oposiciones: y que las Constituciones de la Escuela, practicadas por tantos años y por tantos sabios, son contrarias á este nuevo establecimiento. Pero estas no son dificultades que deben preponderar á las razones expuestas. Lo nuevo no está reñido ni con lo bueno, ni con lo mejor: ninguna cosa es mala en materias de esta clase, por solo ser nueva. Si nuestros mayores establecieron y practicaron lo que hasta hoy se observa, tuvieron otras razones que ya hoy no subsisten, principalmente respecto de los Colegiales Carolinos. En las anteriores edades reynaba despótica la filosofía Aris– totélica: ella sola ocupaba, y manejaba el Trono y el cetro de la iazón: ¡que mucho, se aplaudiese, y siguiese como una Ley reli– giosa la máxima de jurar en las palabras del Estagirita! Nosotros mismos pensaríamos como nuestros antepasados, ó á lo ménos guardaríamos silencio, si no se hubieran variado las circunstan– cias, ó hubieramos vivido en sus tiempos. Pero hoy, que el mun– do literario piensa de otro modo: hoy que aun en España no solo los Colegios seculares, sino tambien los regulares, y algunas de sus Universidades han mudado de faz á sus estudios: y sobre todo, hoy que en esta misma Capital no solo el Real Convictorio, sino lo que es mas, los Reverendos Padres Agustinos, y los de la Bue– na-Muerte siguen otros sistemas opuestos al antiguo, sin escanda– lo de los demas cuerpos regulares, y acaso con aplauso de sus in– dividuos particulares, ¿que cosa hay que nos embarace? que mas debemos esperar? Nuestra misma Universidad ¿no es cierto, que por espacio de veinte años examina á los Carolinos en la Filosofía que estudian,

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