Los ideólogos Toribio Rodríguez de Mendoza
TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA 107 ra que los qe. ya los hubiesen adquirido, venciendo las dificulta– des de su Estudio, continuaran cultivándolos hasta hacerse con– sumados Profesores. Hoy me ocurre un tercer arbitrio, qual es el erigir en Cáte– dra la Pasantía en Matemáticas, qe. tan dignamte. obtiene el Dr. Dn. Gabriel Moreno, y aplicarla al Convictorio pa. qe. sus Alum– nos la disputen y posean despues de los dias del citado Doctor, ó quando llegue éste a obtener otra Cátedra. La mencionada Pasan– tía se estableció (lo qe. prueba la insuficiencia de una sola Cáte– dra) para auxiliar al Catedrático, no tanto en ausencia, y enfer– medades, quanto en la enseñanza diaria, pr. pedir este Estudio una casi continuada voz viva del Maestro, (Fa. 6) famoso, y sean muy exagerados los términos con qe. la explica, asegurando las falsas Decretales de Isidoro Mercador han causado, ó a los menos ocasionado a la Iglesia mayores daños, qe. todas las heregías jun– tas, lo cierto es, que las imposturas de este falsario variaron in– finito la Disciplina de los anteriores, y mejores siglos, y qe. han sido y aún pueden ser perniciosos a la Religión, y a los Estados. Importa pues qto. no puede, decirse, distinguir los verdaderos principios de las Leyes Eccas., de las mázimas espurias, qe. en– cierran estos monumentos apócrifos qe. recibidos con respeto al favor de l~ tinieblas de la ignorancia que cubría el siglo en qe. se fraguaron y publicaron, fueron igualmte. adoptadas todas sus desviadas, y mas remotas consequencias, de qe. estan sembradas las compilaciones, qe. encierran el cuerpo de la moderna Legisla– ción Eclesiástica. ¿Quién no vée quanto interesa el discernir lo verdadero de lo falso, lo espúrio de lo qe. es legítimo en materias tan importantes? Y quién es aquel qe. sin un conocimto. bien exten– dido de la Historia Disciplinar, puede hacer cotejo de maximas tan distantes entre sí, como lo son las fuentes de donde corren? Pero mi objeto no es disertar, y mas hablando con V. E. cuyas Su– periores luces le hacen ver con claridad, qe. es tan imposible ad– quirir aun una mediana perfeccion en los Estudios Teológicos (Fa. 6 v.) y Canónicos, sin estudios, y conocimtos. de los oríge– nes christianos, como lo es, el qe. un hombre vendado camine lar– go trecho sobre una linea recta y en suelo desigual. En esta Rl. Universidad no hay Cátedra de Historia, ni de Dis– ciplina Eclesiástica, y en nuestros Colegios tampoco hay enseñan– za de estos conocimtos. auxiliares. Y es cosa averiguada, que cuando no se ministran a los Jovenes ideas elementales en cur– so arreglado de las nociones preliminares qe. pertenecen no solo
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