Los ideólogos Toribio Rodríguez de Mendoza

TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA 117 frir el Examen de dos Estudiantes pr. igual o mayor (Fa. 15 v.) espacio de tiempo, y no cumpliendo con todo esto, no podrán ob– tener la Vanda de Maestros y Colegs. mayores. El feliz éxito en el estudio de la Religión, q . hacen todos los Colegiales por el Cathecismo mayor del Padre Poufet, estableci– do por el Suplicante, es un apoyo cierto de igual suceso en el de las antiguedades Christianas, cuyo estudio al paso q. instruye y llena de veneración, sirve también de recreo, y honesto entrete– nimto. Con todo, por laudables q. sean estos establecimtos., no lle– van consigo la seguridad de perpetuarse. La voluntad del Sumo Ymperante, y los alicitivos del premio son los únicos medios de fijarlos. Para obtener uno y otro, impelido el Suplicante de un zelo, y ardiente deseo del aprovechmto. de la Juventud Peruana, á cuyo frente se halla colocado, se acoge á la Rl. piedad y gran– deza de V.M. para que dignándose aprobar, y prescribir á los Theólogos, y Canonistas cursantes del Rl. Convo. de Sn. Carlos el Estudio de las Antiguedades Christianas, estienda igualmte. su Suprema beneficencia á mandar q. la Cathedra del Maestro de las Sentencias, propia del Convicto. , se llame, y sea en adelante de Antiguedades Christianas, siendo esta la materia sobre q. los candidatos hayan de sufrir los examenes pa. su provisión, q. de– bera ser de quatro en quatro años que es la duración prefijadas para la posesión de la del Maestro. Esta se fundó con la dotación de quinientos pesos anuales, pero recargado de sensos, y réditos no pagados, el fundo sobre el que estaba su situación, se perdió el principal tiempo que los Regulares expatriados gobernaban el Colegio de San Martin. Con todo cerca de un siglo se conserva dha. Cathedra, y la disputan con empeño los Colegiales ; porq. asi indotada, estimula la Ju– ventud, no solo por el honor de obtenerla en triunfo, sino también porq. por una laudable, y uniforme (Fa. 16) practica de vues– tros Reverendos Arzobispos se ha constituido escala en las pro– visiones de Curatos. Esto manifiesta quanto fermento causan las Cathedras en la aplicación de los Escolares, y de quanta importan– cia será principalmte. para los Canonistas, el establecimto. de una Cathedra de Antiguedades Christianas, convirtiendo en ésta la del Maestro de las Sentencias. Conversion por cierto utilísima, porq. dha. Cathedra de Antiguedades traerá consigo además de las inestimables ventajas peculiares a éste género de Estudios, la

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