Los ideólogos Toribio Rodríguez de Mendoza
TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA 127 Lo que ami pte. ha admirado, es que mostrandose la contra– ria, tan impuesta en dhas. doctrinas aspire amas que á los inte– reses del precio, que desembolsó por el esclavo, asomando verle debidos los jornales del Criado, que en lugar del de la Disputa, ha tenido el Hospital en su servicio. No se como se compongan dos utilidades, por razon de un mismo contrato. No se concibe como se juzga de contrario nuebo sistema de jurisprudencia el deman– dar los frutos, y acceciones de la especie vendida, pues en los AA. ha encontrado el mismo los solidos fundamentos en que se apoya. No encuentro que dificultad ministren las sentencias ante– riores para que conocida hoy amejorados la sanidad y robustez del esclavo, y destruyendo esta, no solo el concepto de su dificil cura– cion, sino la supocicion, y falcedad de la misma dolencia, se de– clare con valor, y subsistencia el contrato, y se deniegue todo lu– gar a la redhivitoria pretendida. Si por que contra el un vendedor se pronuncia de redhivitoria, hubiera de ser forsosa igual resolu– cion, para con los dema.s, superfluo seria o la de cada uno a su vez, y las demas formalidades de un juicio contradictorio. A que efecto heran demandas contextacion, y replicas ni admitir a los colitigantes probanzas, si la primera decicion habia de prevale– cer, y surtir irremiciblemente hasta el ultimo vendedo-r, en cuyo poder contrajo la especie, el vicio, enfermedad, o Tacha. Bien instruido mi parte de que el juicio se gira, y ha jirado para ven– tilar mejor la verdad, y conforme a ella alterar moderar o refor– mar el Jusgamiento, no ha omitido medio, por calificar la sani– dad del Criado, y convenser falsa la enfermedad, y dolencia en que se pretexto y aparato la redhivitoria. Recorriendo V. S. su prueba lo hallará assi executoriado. Por la Declaración qe. a f. 105 hace el Admor. resulta cierto, y evidente en su respuesta a la Segunda pregunta, que el Criado, mientras estubo en el Hospital sirbiendo de Cocinero se mantuvo sano, fuerte y robusto, sin qe. hubiese enfermado ni lebemente, que es lo mismo, que el Dr. Don. Toribio responde a f. 133 vta. ab– solviendo la Segunda pregunta de f. 132 con respuesta ala Quarta, que contra su sanidad durante la tubo, el Dr. Dn. Toribio Rodrí– guez, ni supo, ni oyo, cosa alguna; y absolviendo la 5a. el que supo que despues, que recivio el Dr. Dn. Toribio al Negro, estuvo como el proprio lo confiesa en su citada declaracion respondiendo ala 3a. pregunta preciviendo de el jornales, hasta que lo entrego á la Parte del Hospital, que segun su sexta respuesta ha continuado el Hospital embolsando. Por el Ynforme que a f. 107 haze el Sr .
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx