Los ideólogos Toribio Rodríguez de Mendoza

TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA 135 En cumplimiento de lo mandado por el Sor. Provisor, y Vica– rio General Doctor Don Juan Josef Negron, yo el infraescrito Ci– rujano Latino público de esta ciudad, etc. Certifico, que haviendo reconocido prolijamente a un negro nombrado Domingo, esclavo hoy del Padre Dn. Antonio de la Jara, y Quemada, Procurador del Hospital de los Señores Sacer– dotes en el Oratorio de San Felipe Neri, le he hallado sano al parecer, sin el tumor que se relaciona, y con una robustez bien aparente . Mas como dicho negro exprese que siente dolores agu~ dos en el lugar que padecio dos, o tres veces cada mes, y el Auto del Señor Provisor, y Vicario General, me empeñe a la resolución de varios artículos sobre esta materia suscitados por las partes litigantes, hecho cargo de lo contenido en los Autos mas intere– santes, sobre el punto; digo en primer: ser compatible haber dicho negro padecido el tumor que se refiere, y hallarse hoy robusto, y apto para desempeñar cualquier destino servil; así no hay razón de dudar hablaron de buena fee el cirujano Andres Echavarría en su certificación, y el mismo negro enfermo en lo que espuso, so– bre su padesimiento. Queda pues ya satisfecho de este modo el Auto que se halla a f 152. Pero pidiendo mas individualidad el de f 156 yré resolviendo, una por una las dudas que propone. Sobre la primera: a saver si es verocimil, que disuelto el tumor hayan quedado tales latidos, digo que el asegurar nosotros, no aparece tumor alguno, no es afirmar el que no excista enteramente; pues solü' cuando son voluminosos, se manifiestan al esterior ympidien– donos las partes carnosas de ensima, distinguir perfectamente el estado morboso de las vísceras, a entrañas; y siendo nuestra guia en estos casos la relación del enfermo, supuesta su enfermedad antesedente, y los latidos que desde aquella epoca hasta la pre– sente a segura le molestan, es de creer no ha logrado la parte afecta, el estado perfecto de salud que les es a todas natural, que– dando molesta y adolorida por el anterior padecimiento sobre si de dicha molestia pueda seguirse algun daño grave que le haga menos valer, contexto diciendo: que si en el tiempo que sufre sus dolores, se halla expedito para su trabajo, ygualmente que quan– do no los tiene, su valor debe ser el mismo, pues pasados tantos años despues de su enfermedad, y conservando el una salud apa– rente, no es regular se le siga la muerte por aquel a chaque. Fi– nalmente para resolver la ultima duda de si sufriendo dichos latidos, pudiera travajar en diversos ministerios penosos, y servi– les, dijo: no haber dificultad para hello; Y para el esclaresimiento,

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