Los ideólogos Toribio Rodríguez de Mendoza
iM ÓSCAR ZEVALLOS de este punto, deberá notarse que quando padece notablemente alguna entraña de nuestro cuerpo, queda las mas veces sierto desorden en las funciones de las partes; hasi despues de un dolo·r de costado (por exemplo) permanese latos en algunos, el dolor al lado, y lo que es mas la facilidad de reincidir en el mismo pade– cimiento despues de uno, o mas años por el deshorden que perma– necio en el lugar afecto. No obstante, conservando estos individuos sus molestias de quando en quando, se expiden para sus negocios. Pero lo que es mas hay ciertas enfermedades periodicas que acometen mas ome– nos tarde como el Asma, Jaqueca, etc. y los enfermos que la su– fren no se dispensan fuera de la accesion, de sus trabajos respec– tivos. Quedan pues ya suficientemente absueltas las dudas que se propucieron, y Juro a Dios nuestro Señor y a una señal de t ser esta la verdad que conosco, procediendo con la fidelidad e impar– cialidad debida, por lo que la firmo en veinte de septiembre del presente año de 1795. B. Jose Manuel Valdes Don Felipe Boch Cirujano de los Reales Exercitos de su Ma– gestad y del Hospital Real del Espiritu Santo. Cumpliendo con lo mandado por el Señor Provisor y Vicario general en los Autos de juicio y ... de los que promueve el Padre Don Antonio Xara Ad– ministrador del Hospital de San Pedro, con el Dr. Dn. Jose Ma– riano Cardona sobre la redivitoria de un Negro Esclabo nombrado Domingo. Certifico en quanto puedo y ha lugar, que he visto reconoci– do, y examinado atenta, prolixa y escrupulosamente al nominado esclavo, y lo he hallado tan robusto, y de tan perfecta salud, co– mo si nunca hubiera padecido enfermedad alguna; y aunque en la relación que me hizo en aquel acto me asentó que en las Sisi– gias, o movimientos de la suma, sentia latidos en aquella parte en que dice haver recivido una patada de una mula ahora nueve años mas o menos, y un golpe poco despues, si acaso ellos son ciertos no me persuado puedan provenir de aquel accidente como de causa primordial, por que si así fuese, aparecerían en su per– sona algunos otros simptomas que indicasen una lesión perma– nente, o al menos no se hallaría en el estado de robustez de que goza, como he dicho, especialmente no haviendo dexado de ocu-
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