Los ideólogos Toribio Rodríguez de Mendoza
1M ÜSCAR ZEVALLOS no un tratado de lugares Teológicos que haciéndose cada día más defectuoso por los errores cometidos por los copiantes, y no ha– biéndose podido dar la última mano a una obra que se escribió precipitadamente se adoptó el partido de compendiarla e impre– sa sirve en la actualidad, y el cuerpo de la Teología se ha estudia– do por la que escribió Villarrogi. - Bajo de este nuevo Plan de estudios que aún pide muchas mejoras, ha prosperado extraordi– nariamente el Real Convictorio. Por lo que hace a la Filosofía es preciso recordar que convidados el señor Malaspina, y sus so– cios ha asistir, y examinar a los Carolinos que se presentaron en pública palestra, y sufrir el examen sobre toda la Filosofía, y Ma– temáticas dieron público testimonio de su asombro, y protesta– ron que entre las cosas raras que llevaban a España, la más pre– ciosa eran las Tablas, o Indices, que impresas se publicaron. Si los encargados en España de remitir máquinas, hubieran sido fie– les, el estudio de la Física se hubiera acercado más a la perfección posible, y el Rector no hubiera perdido más de tres mil pesos que remitió con este fin. Cosa muy sensible por cierto porque nada importa más en las Américas que el cultivo de las Artes, y Cien– cias naturales. Es muy difícil, y tal vez toca en imposible que tengamos teólogos como los Canos, Petabios, Bosuetes, Arnaldos, y otros muchos. El Griego, el Hebreo, y las demás lenguas orienta– les nos enseñan: no hay libros, ni manuscritos, ni ocasiones, o ne– cesidad que estrechen a este género de conocimientos de lujo. Pe– ro podemos tener entre nosotros Newtones, Bufones, etc. Inmen– sas riquezas se encierran en las entrañas de los cerros, llanuras, y montañas de nuestro continente, y casi todo está por conocerse. Cuanto no se adelantaría en la Botánica, Química, Mineralogía, y otros conocimientos en que debíamos ser los maestros de la Eu– ropa. Ningún Colegio es capaz de adquirir todas estas riquezas literarias, y en ninguno se pueden presentar tantas proposiciones que en este Real Convictorio, y a menos evitar que en cualquier otro establecimiento como será fácil demostrarlo en caso necesa– rio. Llámese la atención de nuestro Soberano y se descubrirá otro nuevo mundo más de riquezas inagotables. - Por Real orden se mandó que en los colegios, y universidades se consultase el Dic– cionario de Física de Brison, y habiéndose establecido desde el principio el estudio de las Matemáticas en lengua española se fué introduciendo este uso en la Física dictando los Maestros sus cur– sos en vulgar, como se practica en la mayor parte de la Europa lo que facilita indeciblemente este estudio por su más pronta in– teligencia . Con este motivo se defendió en esta Real Universidad la proposición en español de ser más útil y ventajoso el estudio
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