Los ideólogos Toribio Rodríguez de Mendoza
'l:'ORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA 177 ban observarse; y encargando su ejecución y práctica aunque pen– diente de su Real aprobación. Deseando llenar cumplidamente las Reales intenciones en punto tan importante, que se ha meditado y ref~exionado en esta Junta, a que se han hecho presentes dichas Reales órdenes para que conforme a su espíritu provea lo más conveniente en negocio de esta gravedad, y de que depende el bien general del Reyno, que logrará por esta causa sujetos litera– tos en todas clases que los instruyan, y fomenten; que los defien– dan en sus causas, den dictámenes justos en la que hayan de re– solverse, y eviten las discordias, y disensiones entre sus vecinos con su mediación; y sobre todo eclesiáticos sabios, instruídos, y reglados que los auxilien, y dirijan, y sirvan al fin principal de Doctrinas los indios y sus pueblos, con aquel espíritu de amor y caridad, recomendado por ambas Magestades. Por tanto debían mandar y mandaron que el corto número de jóvenes a que hoy se halla reducido el Colegio de San Martín se transfiera inmediata– mente a la Casa que con el nombre Noviciado tenían en esta ciu– dad los citados Regulares, de la Compañía que desde luego se apli– ca a Colegio Mayor de todas facultades que por su extensión, ca– pacidad, y seguridad de su fábrica, y proporciones de sus habita– ciones, es esta casa la más proporcionada a este fin. Los estudios deberán hacerse en él por las reglas seguidas y abrazadas por to– das las ciudades de España en que reside Uníversidad, y las que tienen en toda Europa este establecimiento, y es la que tuvo tam– bién en su origen la de esta ciudad, según se reconoce de sus sa– bios estatutos que deberán llevarse a su antiguo vigor, y observan– cia en esta parte, después que se haya proveído en otros puntos su reforma que se practicará separadamente para que logre su perfección en todo su objeto. El Gobierno, y dirección de este Co– legio tendrá siempre un eclesiástico o secular probado en letras, y costumbre que con nombre de Rector tenga superioridad en to– dos sus miembros, y cuide de su economía, recaude, y distribuya sus rentas, y satisfaga todos los demás encargos de su incumben– cia, que se señalarán menudamente en los estatutos que se forma– rán comprehensivos de toda la Dirección, y manejo de esta casa, salarios que deben percibir los Empleados; y contribuciones qu~ hayan de hacer los Estudiantes. Su elección dependerá siempre de este Superior Gobierno que lo sostendrá o removerá a su arbi– trio conforme a las noticias que adquiere de su manejo por el Pro– tector, y Visitador de este colegio que se elegirá entre los señores Minístros de esta Real Audiencia para los efectos que expresarán las reglas que los comprehendan. Igualmente se nombrarán dos Vice-Rectores que subordinados al Principal le ayuden en sus fun-
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