Los ideólogos Toribio Rodríguez de Mendoza
328 ÜSCAR ZEVALLOS aumenten y fortifiquen las supersticiones; ya hemos visto lo acon– tecido en las edades anteriores, y no es menos verdad que en la práctica presente de las admitidas y autorizadas existen muchas que notan los sabios como abusos que deben corregirse. Es muy comun en el pueblo atribuir á los santos, y en particular á Ma– ría santísima, facultades que esencialmente corresponden á Dios, como tambien es comun rendir ciertos honores exteriores á la Vírgen, que disminuyen el culto debido á Jesucristo. Al oírlos, cada uno, segun la advocacion que ha elegido, cree que la santa Vírgen María es árbitra absoluta de quanto pasa en el cielo y en la tierra, así en lo natural como en lo sobrenatural. El célebre Muratori, que segun el dictámen del famoso teólo– go Berti, es bastante por sí solo para colmar de gloria á la Ita– lia, aun quando no hubiera esta nacion tan culta producido otro sabio que este: Muratori, digo, expone algunas observaciones su– jetándolas al juicio de los doctos. Yo mezclaré algunas mias mu– cho mas necesitadas de la indulgencia de los que piensan con mas luces que yo. Observa aquel credito y zeloso sacerdote que en Ita– lia, descubierto el sacramento, se cantan inmediatamente las le·· tanías de la Vírgen, y que al pronunciarse sancta María, ora pro nobis, muchos baxan la cabeza, sin haber manifestado esta ú otra señal de obsequio, quando se pronunció ántes sancta trinitas unus Deus. Si observasen esto los enemigos de la religion católica, se escandalizarian, y dirían: ¿acaso es María mas que Dios? Antes puesta en comparacion con Dios esta felicísima criatura, no tiene por si esplendor, porque el que tiene todo lo reconoce descendido de Dios. Este abuso observado por Muratori resulta sin duda de otro autorizado con práctica mas comun. Cantándose el verso sancta María, los músicos y cantores hacen tan lentas pausas y repeticiones de las mismas palabras, como si anunciasen que van á proferir un nombre mas augusto, mas grande y santo, y por eso mas venerable que los precedentes: y este rito se practica aun quando está descubierto el Dios sacramentado, ante cuya presen– cia deben estar postradas todas las criaturas del cielo y de la tie– rra: y como estas exterioridades de música y de canto son expre– siones de los afectos interiores, es de creer que en semejantes ocasiones es antepuesta la Vírgen en el corazon á su santísimo hijo Jesucristo. Este desreglo desde luego no se comete con re– flexion aun por el mas rudo del pueblo; pero tambien es cierto que este mecanismo es supersticioso, y un resbaladero á un falso culto, y por eso debe corregirse por los que tienen autoridad.
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