Los ideólogos Toribio Rodríguez de Mendoza

334 ÜSCAR ZEVALLOS sus cuidados en materia del culto de Dios y de sus santos, que es una principal parte de la religion, y donde exercitan los fieles innumerables actos con que tributan obsequio y amor á Dios y á sus siervos, y donde hay que examinar qué es lo laudable, y qué lo vituperable. Les diré con S. Pablo: Praedica verbum) insta opportune 1 importune: argue 1 obsecra 1 increpa in omni patientia1 et doctrina. Erit enim tempus 1 cum sanam doc.trinam non susti– nebunt1 sed ad sua desideria coacervabunt sibi magistros1 prurien– tes auribus: et á veritate quidem auditum avertent 1 ad fabulas au– tem convertentur. Tu vero vigila 1 in omnibus labora1 opus fac evangelistae 1 ministerium tuum imple . Sobrius esto. Cuidemos pues todos de que no broten las malas yerbas de la supersticion, y que se arranquen con igual cuidado las que hubieren nacido. Se– pamos que la raíz supersticiosa, y el fomento mas poderoso de las supersticiones en materia de culto, es la indocta exorbitan– cia de la piedad. Esta exorbitancia, que propiamente se puede llamar luxo piadoso, procede de algun principio infestado de va– nidad ó amor propio, y de no contentarse con las devociones es– tablecidas por la iglesia. Notable es el año de 1668, fecha de la bula que cita el padre Croiset del papa Clemente IX á favor de la cofradía del santísimo corazon de María, porque en ese mismo año se publicaron por un visionario capuchino oraciones dirigidas á todos los miembros de la santísima Vírgen, cuyas muestras se– rán las tres siguientes impresa en Paris en un papel intitulado: La devota salutacion de los miembros sagrados del cuerpo de la gloriosa madre de Dios . "A los cabellos. Yo os saludo, hechiza– "dores cabellos de María, rayos del sol místico, lineas del centro, "y circunferencia de toda perfeccion criada, venas de oro de la "mina de amor, y los que aprisionan á Dios, raíces del árbol de la "vida, arroyos de la fuente del paraíso, cuerda del arco de la cari– "dad, redes para apresar á Jesus, y cazar á las almas. A las ore– "jas. Yo os saludo, orejas escuchadoras de María, baylios de la "princesa de los pobres, tribunales de sus súplicas, pública au– "diencia de los miserables, universidades de la sabiduría divina, "generales acogidas de los pupilos, franco conducto por donde "pasan los eslabones de nuestras cadenas engastadas de nuestras "necesidades. Al vientre. Yo os saludo, milagroso vientre de Ma– "ría, oficina de los prodigios de Dios, arca de su alianza con los "hombres, lecho nupcial de dos naturalezas corporales, que ha "unido dos metales incombinables, monton de trigo rodeado de "azucenas, esfera que ha transportado al sol aurora que ha pro– "ducido el dia".

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