Los ideólogos Toribio Rodríguez de Mendoza
TORIBIO RODRÍGUEZ DE MENDOZA 63 rios y auxiliares, de los que constituyen la ciencia principal, a que se dedican los Jovenes, pues no debe ser en unos y otros igual, ni uniforme su instruccion. FILOSOFIA La definición que hacen los A. A. de el Plan de la filosophia, comprehende todos los vastos objetos de esta ciencia, que por di– ferentes operaciones conduce al hombre a inquerir la verdad, ele– vandole pr. la investigacion asi de las cosas sensibles, como de las abstractas a el conocimiento de el Supremo Autor de la natu– raleza, en cuanto alcanza el entendimiento, sin los auxilios de la revelación. El deseo de ser feliz produxo en el hombre el anhelo de ins– truirse, y no satisfho. con limitar sus raciocinios sobre los obje– tos qe. se presentaban a su vista, los extendio a los qe. necesita– ban un examen mas profundo y complicado: y por este insensi– ble medio se remonto a indagar las causas, y consecutivamente al principio de todos los seres, en cuio conocimiento colocó toda su felicidad rindiendo el homenaje, que debia a su Criador. Aunque se pintan con tan vivos coloridos las demas nieblas, que ofuscaron la luz a estas regiones Americanas, hasta el año de 1767 en que logró substraerse de el tiranico imperio de la Philo– sofia Aristotelica, no contemplo justo contribuir a este gran Phi– losofo toda la culpa de la sophisteria y frivolidad, qe. se introdu– jeron en las escuelas, siendo mas probable, qe. estas se nos co– municaron pr. los comentarios Arabes y principalmente por Ave– rroes, que gustó con predileccion de las subtilezas vanas y pue– riles, las que fueron tomando subcesivamente incrementos, hasta el extremo de formar en el siglo 14<.> las extravagantes contiendas de los Nominales y Realistas, de cuios abusos se lamentó, entre otros sabios Españoles, el célebre Melchor Cano en el cap<.> 7. Lib. 9. de Lecis Theologicis. Además es constante que los intérpretes de el estagirita (qe. en sentir de Quintiliano fué uno de los hombres mas eminentes de la antiguedad) por su innata ob~curidad o falta de inteligen– cia de sus obras le imputaron varias opiniones contrarias a las qe. el mismo dexó establecidas, como lo comprobó el Italiano Pa– ze, haciendo un prolixo cotejo con el texto mismo, segun obser– va en Rmo. Truxillo en su Plan de estudios.
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