Los ideólogos Toribio Rodríguez de Mendoza

68 ÜSCAR ZEVALLOS Aulas, ya por la ansia imprudente, con que anhelan los Padres, a que sus hijos avanzen en los estudios sin advertir, que estos ade– lantamtos. son aparentes y superficiales, como que no estan fun– dados sobre la solida base de la instruccion en el Ydioma latino; cuio defecto les es despues irreparable, haciendolos mirar con te– dio los Libros elementales de las ciencias y conduciéndolos a veces la dificultad de conmprehenderlos a un despecho y abandono, que pueden producir las mas lastimosas consecuencias. Esta consideracion dictó a los A. A. de el Plan el arbitrio de poner una Aula de latinidad, en que los estudiantes, que aspira– sen a entrar en el Colegio debiesen permanecer un año entero empleando los seis meses primeros en la vercion de los oficios de Ciceron, y en hacer composiciones, segun los preceptos y reglas de Rollin, y los otros seis meses en traducir la Methaficica y Lo– gica de Ernesto. Yo conceptuo qe. supuesto que deben haber estudiado Gra– matica y dar su examen respectivo, sin variar de objeto, sería mas conveniente, que esta Aula fuese de Rethorica, en que se es– tudiasen algunas sencillas reglas de este arte tan necesario para fixar el buen gusto y hallar con pureza, elegancia y correccion, haciendo aprehender solo a los Discipulos a aquellas voces thec– nicas de las figuras mas usuales, sin pretender enseñarles toda la vasta terminologia, con que se han recargado esta ciencia pr. cuio medio solo se ha conseguido el hacerla mas confuza, ocupando la memoria con una nomenclatura, no menos util que embarazosa. Como el designio de establecer esta enseñanza se dirige prin– cipalmte. a facilitar a los colegiales la inteligencia de la lengua la– tina, no podemos adoptar el pensamto. de Pedro Simon Abril, que deseaba se diesen los preceptos de este arte en el idioma castella– no, en cuio caso hubiéramos preferido el bello tratado qe. escri– bió Dn. Anto. Campomani con el titulo de Filosofia de la elocuen– cia, en qe. segun advierte se empezo en su Biblioteca Española, substituye a las reglas esteriles y minuciosa, con que suele fati– gar la memoria de los Jovenes, exemplos analizados, que puedan exercitar fructuosamte. su juicio, enseñandoles por este sensillo medio a evitar los desordenes a qe. suele precipitarse la imagina– cion sin esta guia. Siendo indispensable el elegir algun Autor latino me parece deben señalarse las particiones oratorias de Vosio de la Impre– sion de Madrid de 1781 en que su editor el erudito Sor. Cerda, con-

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