Memoria presentada por el general de división EP (r) Juan Mendoza Rodríguez, presidente de la Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, 1969-1974
36 GRAL. DE DIV. EP JUAN MENDOZA RODRIGUEZ tada e incrementada, a medida que avanzaban Jos trabajos de in– vestigación. Inicialmente, Jos asuntos tratados en este planteamiento or– gánico fueron estimados en 62 volúmenes; pero a medida que se desarrollaban, Ja búsqueda y recopilación los his toriadores encon– traron importantes documentos inéditos que era preciso rescatar, incorporar y poner a disposición de los estudiosos de la his toria, para completar mejor la imagen de la participación peruana en la independencia y responder, ya no con simples palabras a li!!s de– claraciones inocentes o intencionales de algunos escritores, de que "llegamos tar de a Ja independencia', "mostramos poco entusiasmo por la causa ele la libertad" o "falta de generosidad", en el sentido americanista, sino mediante testimonios documentales, que hoy constituyen Ja mejor respuesta, serena y sustantiva, que se puede exhibir en las páginas de Ja historia. Lejos de limitarnos a recti– ficar los cargos mencionados, abrimos nuevos horizontes de confraternidad americana, demostrada en Pichincha, señalando el Parte de Sucrc, la Ca1·ta de Bolívar a San Martín y la Carta de Sucrc a San Martín, que hemos grabado en bronce en el monu– mento a los P1·óceres en Lima, y que transcribimos a continua– ción: "Los Beneméritos Libertadores del Perú han venido con sus armas vencedoras a prestar su poderoso auxilio a la Campaña que ha libertado t1·es provincias del Sur de Colombia" (Carta de Bo– lívar a San Martín, fechada en Quito, el 18 de julio de 1822). "Al levantar nuestros pabellones sobre la Torre de Quito, el Perú, su Gobierno y Vuestra Excelencia que tan poderosamente han ayudado a nuestra empresa mer ecerán nuestra eterna grati– t ud" (Carta de Sucrc a San Martín, fechada en Qu ito, el 28 de j u– nio de 1822). Por la vía de la investigación, confirmamos que tuvimos el liderato de la rebelión, de la ideología y de la sangre derramada, frente a reacciones populares, r ebeliones y pronunciamientos cla– mando justicia y libertad en diferentes par tes del país, demostran– do así, desde fines del Siglo XVIII, que se estaba formando con– ciencia de Ja propia determinación de los pueblos, que se difundían cada vez más los ideales de independencia y que se luchaba deci– didamente contra los excesos y abusos de todo orden .
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