Memorias, diarios y crónicas

lllElllORIA 209 viesen a la reconciliación de nuestra :-.ladre Patria, únicas bases so– bre que podía establecerse, como se lo digo al Virrey en oficio de 31 de enero No. 11 y no obstan te que inició una proposición tan adaptable al sistema de V. :-.1., que debe llorar la efusión de sangre de sus hijos, y que se bañaría de gozo de verlos de nuevo en su paternal redil, me abstengo de ofrecerme ni tomar parte en una negociación, que le encargo y pido la confíe a Plenipotenciarios de su confianza con instrucciones que le dicte su celo pues yo no era instrumento para tal encargo sino para dirigir y continuar la guerra. ¿cabe en esto sospecha, intención, ni esa solapada malicia con que el Virrey descansado, y [ilegible ] para sostener la guerra se presen– ta bravo y fiero para no escuchar la paz, prescindiendo del honor que le redundaba de hacer conocer a los pueblos que había tentado este dulce medio, y que infructuoso, era preciso continuar las hosti– lidades, para lo que reclamaba su constancia y empeño? El solo pro– ponerlo como lo hice, en obsequio de mi amada Patria y de su s in– gratos hijos hacia nuestra !\ladre la España, es un delito, es un cri– men que me trae el horrible apodo de Bajeza, al paso que el Virrey se aplica el de decoro en la contestación que cita. Si cambiásemos estas dos frases habría más propiedad en su aplicación: la justicia y la humanidad llamarán sin arrepentimiento alguno, la atención de V. M. al objeto que me propuse, y al sentido con que el Virrey me denuncia. Cuando desentendiéndose de hacer alistamiento alguno, apeló a la orden de que disminuyese las guarniciones de las Provincias de retaguardia, ya yo había tentado este arbitrio, haciendo el principal esfuerzo sobre la de Cochabamba, única que prestaba medio de dis– minución, pero era forzoso oír el d ictamen de su jefe Lombera, a quien en 30 de octubre de 1812 propuse este p lan. Su contesta– ción, adjunta con el No. 42, satisfará a V.M. con sus reflexio nes que no dejan resquicio para desprenderse de un solo hombre: el conocimiento que me asistía de su probidad y circunspección, uni– do al de la tenaz terquedad de Cochabamba por el Partido de Bue– nos Aires, me decidieron a su aprobación, dando cuenta con inclu– sión del oficio de Lombera al Virrey, pues en la pieza justificativa No. 5, digo: "Si consiguiese los reemplazos de tropas que tengo pedidos y anuncio con esta fecha a V. E., aumentaré la vanguardia al número de cinco mil como desea V. E. y me previene en uno de los oficios de 25 de enero último, pero sin aquél, no me es posible por no serlo por ahora el reducir las guarniciones que manifiesta el

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