Memorias, diarios y crónicas

nI.\RIO TOlllADO EN LIMA Subtenientes D. Tomás Morón D. Mariano Taconera D. José Zúñiga D. Agustín Azcárraga .2.59 El Teniente del Regimiento de Caballería D. Antonio Suárez salió de Condo el día 3 de octubre conduciendo a Lima los 4 o fi– ciales prisioneros: Tollo, Bernales, Noya y Bustamante, que llegaron a aquella capital por Puno, Cuzco, Huamanga, etc. Balderrama que– dó he1 ido en el Hospital de Oruro y Alvarez murió (espacio en blanco). En el campo de batalla concedí algunas gracias y la de un Escudo de honor a los que más se distinguieron según expresé en el parte que se halla a fojas del Cuaderno No. 1 que dirigí al Excmo. Señor Virrey de Lima por mi Edecán el Teniente Coronel D. Ale– jandro Herrera que llegó a aquella cap ital el 27 de l mismo, y le concedió dicho Señor Virrey por tan buena noticia el sueldo de Teniente Coronel efectivo pues no disfrutaba sino el de su clase de Teniente del Real Cuerpo de Artillería. El 12 del mismo octubre por extraordinario di a dicho Señor el parte detallado y circunstanciado de dicha batalla acompañándole el plano de las diferentes formaciones y evacuaciones del Ejército durante ella. El extraordinario era un particular. Llegó a Lima el 2 de noviembre y mereció la gracia de Teniente. El Virrey que 3 días antes de agradable noticia había recibido la que le di de mi apurada situación recibió así como los honrados habitantes de Lima un júbilo tan ext raordinario que jamás han hecho unas demostraciones de más magnificencia y en el Teatro se representó una comedia con el t ítulo de Batalla de Vilcapujio com– puesta al intento y según lo que su pobre autor sab ía hasta enton– ces de lo ocurrido en ella, y todos los buenos a porfía manifesta– ron su gozo al paso que los malos su disgusto. En el mismo día de la Batalla y en el concepto de que el enemigo se había retirado por el camino del despoblado a favor de la oscuridad de la noche dirigí tras él, los cuerpos de Cazadores, Partidarios y Dragones que quedaron menos mal montados, y dispu– se que permaneciendo en Vilcapujio un batallón para sostener la retirada a Cundo de heridos y pertrechos, lo verificase el resto del Ejército el <lía 3 como se ejecutó. Desde el 3 al 16 quedó todo ya en dicho punto de Condo, donde se trabajó con la mayor actividad para recomponer las armas;

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