Memorias, diarios y crónicas

DI \RIO TOMADO EN 1.11\!A 285 de Buenos Aires. El Cabildo de Chuquisaca se expresó en dicha su solicitud del modo que no lo había ejecutado nunca, en lugar de manifestar su energía para aumentar las fuerzas del Gobernador Marqués de la Plata; y la defensa de la ciudad y sus contornos. Estaba con él, en continuas desavenencias; lo mismo que el de Co– chabamba, que hasta tuvo el arrojo de oponerse al retrincheramien– to que había dispuesto su Intendente Goiburo en lo interior de la ciudad, proponiéndome otros planes para entorpecerlo todo, ambos al abrigo de ser constitucionales; de la distancia en que se hallaba; de mis muchas atenciones y muchos cuidados; y finalmente de la poca fuerza con que me hallaba, pues no llegaba la que tenía en Jujuy y Salta a cuatro mil hombres. Por la parte de Cinti que es un partido intermedio entre Po– tosí y Jujuy, el caudillo José Ignacio Zárate pudo formar un cuer– po de 120 fusileros, y muchedumbre de indios con los que se apo– deró de la Capital de dicho partido amenazando a Cotagaita y Tari– ja después de haber logrado tomar igualmente el pueblo de Puna, donde pereció el Coronel de Milicias D. José Zermeño defendiéndo– la. En esta circunstancia el Coronel D. Manuel Antonio Báez Gober– nador de Tarija sobre el pie de 25 reclutas lampeños que le envié formó 2 compañías de fusileros, habilitó también 2 pedreritos, orga– nizó un Escuadrón de Caballería de los mismos paisanos y habiendo conseguido hacerse un repuesto regular de municiones de la pólvora que mandó fabricar por propia industria, ejecutó su expedición por Pilaya internándose por los altos que llaman de Cinti logró en una trasnochada caminando con suma rapidez sorprender a dicho caudi– llo Zárate con sus tropas, y lo derrotó cumplidamente el 20 de julio quitándole casi todas sus armas, mató a muchos, y otros tan– tos prisioneros de los cuales a los má~ principales y más culpados que eran 33 los mandó pasar por las armas. Por esta brillante acción le concedí a dicho Jefe el grado de Ejército y una pensión vitalicia del sueldo de Teniente Coronel; y a dos más que tuvo heri– dos de bala, de sus oficiales y otras varias pensiones a las viudas de varios soldados que murieron en dicha acción. Quedó por entonces el partido coordinado y regresó a su Capital. El Batallón de General y 3 compañías de el del centro a dis– posición de Lombera para que situase aquél en Chayanta y otro punto más aparente según las circunstancias, con 4 piezas de artille-

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