Memorias, diarios y crónicas

Dl.\HIO 1 º"\DO F.N 1.11'\L\ 287 macenado de provisión; dar algún descanso a la tropa; proporéionar al hospital algún más adelantamiento en su marcha que llevaba bas– tante pesada por los muchos enfermos que no pudiendo ni ir aun a caballo iban transportados en parihuelas; y finalmente para reunir algunos soldados que habían quedado cansados, y hacer ver a los enemigos mi tranquilidad en el repliegue me detuve hasta el diez. El 11 llegué a Humahuaca; y allí recibí una gaceta de Buenos Aires con la plausible noticia de haberse hecho la paz general en la Europa que inmediatamente y por extraordinario comuniqué en aquel mismo día a todos los gobernadores dirigidos al Señor Virrey. El 12 salí de llumahuaca, y llegué el 19 a La Quiaca donde tuve la desagradable noticia que me comunicó por extraordinario el Intendente de Puno D. l\lanuel Químper de haberse revolucionado el Cuzco el 3 de dicho mes de agosto y tomado el mando el indio Brigadier Pumacahua, y los Angulos, Vicente y José, que depusieron las autoridades, y metieron en la cárcel pública al Presidente Con– cha, al Regente y todos los Oidores, menos Vidaurre, más otra por– ción de sujetos adictos a la causa del Rey, a qu ienes así como a las autoridades tratarbn aquellos malvados de ahorcar y no lo ejecu ta– ron, a ruego del Obispo, y otros; pero sufrieron así como todos los europeos, y algunos patricios un fuerte saqueo del populacho, y formando un Cabildo abierto nombraron por Jefe General de las armas a J osé Angulo; por su segundo a su hermano Vicente, y for– maron una Junta Gobernadora compuesta del primero de Puma– cahua del Dr. Astete; y del Teniente Coronel l\Ioscoso; disponiendo inmediatamente la salida de una División de tropas sobre Puno a la orden de un Pinelo sargento que había sido del Ejército del Rey; y otra sobre Huamanga a las órdenes de un ~lendoza; la primera con orden de llegar hasta Potosí y la segunda hasta Lima, en el concep– to de que hallándose el Ejército del Rey en Jujuy, y el Virrey de Lima sin fuerzas por haberlas enviado a las órdenes del General Osorio a recuperar el Reino de Chile, aprovecharían esta favorable ocasión y la buena disposición de los pueblos. Esta inesperada novedad me puso y a este Ejército de mi man– do en una situación la más desagradable y crítica, porque por el frente debía suponer que el Ejército enemigo se reforzase considera– blemente con las fuerzas sobrantes de la banda oriental del Río de la Plata, respecto a haberse perdido la Plaza de ~lontevideo; y por la espalda, que cundiendo la insurrección del Cuzco sobre Puno, Arequipa y La Paz; y transmitiéndose en seguida a Cochabamba y

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx