Memorias, diarios y crónicas

308 J OAQUIN DE LA P EZUELA nu estra parte hubo la p érdida de un soldado ahogado entre muchos que llevó la corriente del río, con pérdida de su fusil ; un sargento y un soldado heridos gravemente, y 3 contusos. Por esta acción bri– llante concedí al Comandante García y a 5 o ficiales, y al sargento y soldados heridos un Escudo de honor. Considerando yo que por esta parte del Despoblado quedarían los enem igos escarmen tados de la acción que su frieron el 18 y que serían bastantes para contenerlos los soldados nuevos que estuvieron en ella; di la orden a García para que dejase el mando de ellos a su segundo el Teniento Coronel D. Tomás Aperse y Alviol, interín llegaba el Coronel graduado D. Cristóbal Martínez, y que él viniese con los cien ve teranos de su Regimiento al Cuartel General para marchar a ocupar otro punto que necesita ba refuerzo. Esta orden no se pudo cumplir porque Urdininea recibió un fuerte auxilio que le envió su General Rondeau, con el cual se fijó en el pueblo de la Rinconada, para desde allí hacer sus hostilidades. Instruido de esto i\Iart ínez caminó sobre ellos, y los a tacó en el expresado pueblo el 18 de febrero y después de una reñida y obstinada acción contra sus tres compañías de Infantería mandadas por los capitanes Urdini– nea, La tlladrid y Saavedra, que hab ían venido de refuerzo al pri– mero logró ba tirlos, matándoles 20 soldados, y un o ficial y hacién– doles mayor número de heridos. Martínez tuvo por su parte la pérdida de su ayudan te Mayor D. Mariano Armaza, dos sargentos y 16 soldados. Quemó el pueblo que era to do de indios enemigos nuestros y se retiró al punto de Talina. Urdininea con los otros dos cap itanes y toda su división abandonaron el despoblado bien escar– mentados, y se rep legaron al Cuartel General de su Ej ército, y se hallaba en Humahuaca. Martínez fue a reunirse a la vanguardia que se hallaba en Yavi con sus avanzadas en el puesto del Marqués y García se retiró con los 100 hombres veteranos de su batallón a reunírseme en el Cuar tel General de Santiago de Cotagaita. El Comandante D. Antonio Vigil, se hallaba con cien hombres montados de su escuadró n en el expresado punto llamado el Puesto del i\larqués y sabedor el Coronel Olañeta Jefe de dicha vanguardia que a seis leguas de distancia en la casa que se nomb ra del Tejar se hallaba avanzada una partida enemiga, resolvió que Vigil la at acase enviando para sostenerle el Batallón de Cazadores, y añadiéndole a su fuerza 20 soldados de este Cu erpo : o tros tantos del Batallón del Centro, y 14 del de Partidarios que se montaron en mulas de parti– culares. Emprend ió su marcha, y a las nueve y media de la mañana

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