Memorias, diarios y crónicas

"\CE"\IORIA SOBRE LA REVOLUCION DE 1814 461 (2). En la muy noble, fidelísima gran ciudad del Cuzco: ha– llándose congregados los ciudadanos de la Matriz de Españoles en el Convento de Nuestra Señora de las Mercedes a las nueve del día siete de febrero de (1813) mil ochocientos trece, a mérito del bando publicado en cuatro del mismo mes, y formada de este modo la Junta Parroquial conforme a los artículos respectivos de la Constitución de la monarquía española y del Regimiento de Ayun– tamientos, hizo presente el muy ilustre señor Presidente Intendente de esta Provincia, como Presidente de la Junta, ser preciso manifes– tasen todos los ciudadanos su voluntad para elegir dos escrutadores y un secretario, que sirviesen en la votación que se iba a principiar para electores de Ayuntamiento de esta ciudad, que debía instalarse en el primer día venidero; y cerciorados los concurrentes de cuanto en el particular se les hizo presente a puerta abierta y sin guardia alguna eligieron unánimes por escrutadores a los licenciados don Francisco Paula Galdos y Sotomayor, y don Toribio de la Torre y Salas, Abogado de esta Real Audiencia y por Secretario al licencia– do don José Cáceres, Abogado de la misma y Secretario de cámara de esta presidencia y Comandancia General, lo que entendido por el señor presidente les volvió a preguntar si estas elecciones eran de su libre y espontánea voluntad, a que respondió el pueblo conformán– dose con la pregunta señaladamente los más ilustres y condecorados ciudadanos que estaban a su inmediación, y para que así conste, firmó esta primera parte de la acta conmigo, de que certifico. Mateo García Pumacahua, fosé Cáceres. Inmediatamente, pidió el pueblo saliese la Junta Parroquial al patio del convento por no ser suficiente el General donde se halla– ban congregados para tanta gente a pesar de su mucha capacidad, y luego el ilustre Sr. Presidente y demás concurrentes, principiaron a salir al lugar destinado en el que puestos los correspondientes asien– tos para el primero, para el Dr. don Juan Becerra, uno de los pá– rrocos de la Matriz que se , halló presente, para los escrutadores y secretario, preguntó el digno señor Presidente si tenía algo que exponer de haber intervenido soborno o cohecho, a fin de que las elecciones recayesen en ciertas y determinadas personas, y respon– dieron que no había persona que laborase en este defecto. Después volvió a preguntar si estaban contentos con los escrutadores y secre– tario nombrados, y también absolvieron la pregunta; incontinente exhortó el esclarecido J efe, procediesen a las elecciones con temor a Dios, fidelidad al soberano, amor a la patria, y respeto a las auto-

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