Memorias, diarios y crónicas

462 MANUEL PARDO Y RIVADENEIRA ridades y protestaron todos conducirse bajo este supuesto. Se dio principio a la votación de electores para el ayuntamien– to, siendo el primero el muy ilustre señor Presidente que dictó a los escrutadores y secretario sus votos, y estando asentado el que manifestó para el tercer elector de cinco que cupieron a esta Ma– triz, preguntaron por voz general si podían votar por los dos aboga– dos presos, y se respondió por este señor y unos pocos hallarse privados de voz activa y pasiva por escar procesados criminalmente, a lo que contestó el pueblo los condujesen allí para ver su crimina– lidad o inocencia, pues, la presunción, a favor de ésta era común, pero como el muy ilustre señor Presidente diese la respuesta negati– va la que comprobola el teniente asesor don Pedro López de Sego– via, que desde el principio se hallaba a su lado alegando el conoc;i– miento privativo del Juez de la causa, se excusó éste al librar la orden de la libertad de ambos presos; esta conducta hizo prorrum– pir al pueblo irse a traerlos sin orden alguna, y salieron muchos con este designio que expresaban, lo cual observado suplicaron los concurrentes próximos a la persona del muy ilustre señor Presidente expidiese la orden respectiva bajo de la fianza del haz, y condescen– dió éste; en cuya virtud, le extendió la boleta de fianza la que leída al pueblo la rechazó por faltarle la cláusula de obligarse los fiadores a nombre de él; y como sus representantes, y solicitó se formase otra con este requisito, que efectivamente se hizo y se leyó en el público y firmaron los tenientes coroneles don Martín Valer, don Domingo Rosas, y el capitán don Juan J osé de Olañeta. Posesionado el muy ilustre J efe de esta boleta, ordenó se expi– diese la orden al oficial de guardia del cuartel para poner en liber– tad a ambos presos: doctor don Rafael Arellano, y doctor don Manuel Borja, quienes se presentaron ante la junta con aquella veneración y respeto debido al muy ilustre Sr. Presidente y al Con– greso, y, aunque uno de ellos principió a manifestar la injusticia con que aseguró estar revestida su causa, fue interrumpido por el teniente asesor, y otros a mérito de que no era tiempo ni lugar para semejante acto. El pueblo suplicó se ministrase a ambos docu– mentos de habilitación para las presentes elecciones y se extendie– ron dos por mandato del señor Presidente, que después de leerlos se publicaron de su consentimiento. Los puestos en libertad le die– ron las más expresivas gracias, elogiando su dignación, su fidelidad a nuestro Soberano, su amor depurado a la patria y a la justicia; lo mismo que practicaron todos explicándose en particular con mucha

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx