Memorias, diarios y crónicas

Ml<:l\IORJ \ SOBRE l.A REVOl.UCIO!\ DE 1814 475 muertes que hizo la tropa en la noche del cinco de noviembre de mil ochocientos trece para repeler al pueblo que intentaba entrar en la plaza grande en donde se halla el cuartel, espero que en el acto me pase Ud. una certificación de la formación de tal proceso, y sus particulares. Cuzco, febrero seis de mil ochocientos dieciseis. El Presidente Ri'cafort.- Al escribano Carlos Rodríguez de Ledesma. Muy ilustre señor Presidente Gobernador Intendente. El escribano actuario de la causa que se siguió por ante el Alcalde Constitucional Teniente Coronel don Martín Valer, a virtud de la superior orden de US, muy ilustre: certifica en cuanto puede y debe, como a solicitud del Agente Fiscal doctor don Agustín Ampuero se agitó recibiéndose sumaria de las informaciones de tes– tigos por ante mí a consecuencia de las tres muertes que hizo la tropa en la noche del cinco de noviembre del año de mil ochocien– tos trece, para repeler al pueblo que intentaba entrar en la plaza grande donde se halla el cuartel. Conclusa fue la acusación por auto que proveyó el Juez de la causa mandó se remitiese el proceso ori– ginal al Excelentísimo señor Virrey del Reino, y como ignora el certificado de que su excelencia hubiese mandado devolver o no al antecesor de US. no puede dar razón del resultado de aquella cau– sa. Es cuanto puedo certificar en el asunto cuanto para que US. en su vista resuelva lo que fuere de superior agrado, Cuzco, febrero de mil ochocientos dieciseis. Carlos Rodríguez de Ledesma. (10). En la ciudad del Cuzco en cuatro días del mes de agosto de mil ochocientos catorce. Habiéndose congregado la excelentísima Diputación Provincial en su respectiva sala, a saber los señores: doc– tor don Sebastián de la Palisa, el doctor don Matías de Alday, y por ausencia y enfermedad de los demás vocales doctor don Patri– cio Gabriel Menéndez, doctor don Andrés Cuentas, y el doctor don Domingo Echave; diputados los primeros, y suplente el último para el próximo bienio quienes prestaron sus ·espectivos juramentos. El Venerable Deán y Cabildo; y el Ilustre Ayuntamiento Constitucional hallándonos presentes los secretarios propietanos de dicho Ayunta– miento, e interino de la Excelentísima Diputación se dieron princi– pio a las sesiones de este día por la proposición del señor Palisa, reducida a que era indispensable, la personería de los que comanda– ban la gente armada, y aceptada ésta por las corporaciones se comi-

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx