Memorias, diarios y crónicas

478 MANUEL PARDO Y RIVADENEJRA tajas que resultan de la observancia de las leyes, de la subordina– c10n, y sujeción a las autoridades legítimas y de Ja interesante con– servación del Orden Público habiendo manifestado los mismos senti– mientos el señor Don J osé Angulo con la más decidida adhesión a la Constitución; por cuyo hecho le rindieron generalmente las más expresivas gracias, obligándole que finalmente designase los indivi– duos que habían de gobernar, o que él tomase el mando. Resistió no sólo la propuesta, asegurando que no era capaz de desempeñar– lo, sino también ser el primero, en esta materia, remitiéndose a la elección de las tres Corporaciones y protestando conformarse con ella, en cuya ocasión expuso el señor Arcediano doctor don Benito de la Concha, que siendo muchos los jueces originaban disgustos, que retardaban la pronta expedición de los negocios, apoyando este parecer el señor doctor don Narciso Dongo. Al que contestó ·el señor don José Angulo, que se redujese el número antecedente al de tres que se procediese sin pérdida de tiempo al nombramiento de aquéllos, proponiendo después de varias relaciones de etiquetas, al señor Coronel don Martín Valer, al abogado don Toribio de la Torre y Salas, al doctor don Rafael Ramírez de Arellano, desechan– do al señor Ministro don Manuel [Lorenzo] Vidaurre por haberse excu– sado anteriormente, instando que cada uno se pusiese en la persona o personas que les dictase la conciencia. El señor Provisor propuso al señor Coronel don Pablo Astete, al señor don ~tanuel Vidaurre, al doctor don Manuel de la Torre y Salas, al regidor don Narciso López de Neyra, se conformaron con los propuestos el Venerable Deán y Cabildo, el Ilustre Ayuntamiento Constitucional, pero como manifestase desagrado el señor Comandante don J osé Angulo, expre– sando que esa general conformidad, no era adoptable como costum– bre antigua de las Juntas, por un efecto de adulación, siendo más constante exponer cada uno con franqueza su parecer, tomó la palabra el señor Menéndez y propuso para uno de los individuos al señor Mariscal de Campo don Francisco Picoaga, por quien aseguró el señor Comandante que no era del agrado del pueblo como que podía en el acto informarse el congreso a que resistió satisfecho de su palabra. En conclusión resultaron electos, y nombrados el señor Oidor don Manuel Vidaurre, y el señor Coronel don Luis Astete, y el abogado doctor don Toribio de la Torre y Salas, y se resolvió se les oficiase con la mayor prontitud para que al día siguiente a las nueve de la mañana, se personasen a tomar sus cargos, y prestar el debido juramento encargando al Secretario del Cabildo se sirviese

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