Memorias, diarios y crónicas

NOTICIA SOBRE LA VIDA Y SER VICIOS DEL CORONEL J UAN ISIDRO QUESADA [Fragmento] ... A los pocos d ías de hallarnos en Sipe-Sipe se supo la aproxi– mación del ejército real, y el 25 de noviembre de 18 15 a las 3 de la tarde se tocó la generala, y en esa misma tarde se mandaron todos los bagajes y equipajes del ejército para la ciudad de Cochabamba, y el 27 por la mañana, marchó todo el ejército a situarse en la boca de la quebrada de los altos de Viluma. El regimiento o. 7, pasó a ocupar el cerro de este nombre; pero marchó muy tarde para tomar posición en la cima de él, porque los enemigos ya se habían posesionado de esta importante posición. Así fue, que en cuan to el número 7 principió a llegar a su cima, tuvo que retirarse por haberse coronado ya ésta por toda la vanguardia del ejército real. Sin embargo, no se les dejó el campo sin haberse emprendido un fuerte tiroteo; pero éste, sin ventaja alguna para nosotros. La noche puso término a este ataque; y el ejército real, permaneció en las alturas de Viluma y el ejército patriota en la falda de estas altu– ras en donde vivaqueamos esa noche en columnas en masa. El día 28 amaneció con un hermoso sol, y a las 9 de la maña– na se principiaron a poner en movimiento las columnas españolas. En este momento, recibió mi cap itán la o rden de marchar con su compañ ía a ocupar la cima del cerro que está a la margen derecha del río y en frente de los altos de Viluma, con el objeto de prote– ger la p rimera compañ ía de cazadores del regimiento que se hallaba si tuada a la mitad de este cerro, y sobre la quebrada; y la de ob– servar los movimientos del ejército de los godos, para que no pu<lie sen flanquear el puesto por este lado. Luego que ocupamos esta altura, me mandó el capitán Gil Domínguez, con mi compañ ía, a situarme en un punto intermedio para observar tanto los movimien-

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