Memorias, diarios y crónicas

NO't ICI.\ SOBRE SU VIDA Y SERVICIOS 551 encomios que dedica a varios peruanos perseguidos por patriotas, atribuí el procedimiento a exceso de entusiasmo o de espíritu na– cional, y terminé mi examen notando la falta de algunos prisioneros que conocí, y tú mejor que yo echarás de menos, igual que la alte– ración en los nombres y apelativos de otros, que advierte sin esfuer– zo quien lo haya conocido. Ocupado de estos momentos, como pasionista que soy, por la historia de nuestra patria, en la sucesión de ideas, me ocurrió una, que me atrevo a llamar feliz: te confieso con ingenuidad, no por lisonjearte que me acordé en el acto de ti; de ti, porque has sido uno de esos mártires argentinos; porque con siete años de sufri– miento que allí pasaste en la flor de tu edad, contribuiste a fundar esa horrible celebridad que el tiempo ha dado a las Casas-Matas de Lima; y lo que es aún más, porque casi todos esos compañeros han desaparecido ya de entre nosotros, y tú, quizás, eres el único que hoy existe en esta ciudad, a manera de esas columnas que en los pueblos destruidos por los terremotos, suelen quedar de pie, aunque amenazando desplome, para dar testimonio de un hecho, que como todos los del pasado, son primicias puramente para la historia. Sí, mi querido amigo: tú, como prisionero que fuiste de esas Casas-Matas, eres uno de los llamados con preferencia a prestar un servicio a nuestra historia, como los peruanos lo prestan a la suya, haciendo la descripción que el Album ha omitido, por razones que ni ha demostrado ni es de nuestro resorte investigar; por cuanto lo que a mi ver importa es, que no queden en la oscuridad del olvido los nombres de tantos beneméritos, tantos sacrificios como los que costó al pueblo argentino la doble misión de afianzar su indepen– dencia, conquistando, la de esos pueblos hermanos que hoy blaso– nan su título de naciones sob.eranas; pues aun cuando yo hago me– moria de algunos episodios y relatos que oí, en aquellos tiempos, a varios amigos ellos de ningún modo podrán ser tan circunstanciados ni extensos, como referidos por un testigo como tú, que fuiste de los primeros que sufrieron esa malhadada suerte, y de los últimos en gozar del inestimable bien de la libertad. Penetrado de estas impresiones, te remito el libro para que lo examines: y en el deseo de que la descripción sea metódica en los diversos puntos de que es susceptible, me permito presentarte las siguientes posiciones, por si algo pueden facilitar tus reminiscencias. la. Hacer la relación nominal de los jefes, oficiales y demás individuos que realmente estuvieron prisioneros en Casas-Matas.

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