Memorias, diarios y crónicas

86 FRANCISCO JAVIER MARIATECUI querer nacional; debió reflexionar sobre todo, y deducir la verdad, verdad que fue confirmada por los sucesos posteriores. Cuando San Martín se creó Protector, asumió este título sin ningún agregado, pero fue tal y tan grande el descontento, tan serias y claras fuero n las apreciaciones que el público hizo, se quejaron tanto de los libertadores que se arrogaban derechos que correspondían a la nación , que para dar esperanzas y engañar con palabras, todos los primeros decretos que expidió San Martín lleva– ron el encabezamiento de El Protector de la Libertad del Perú, como puede verse en las Gacetas de ese tiempo; lo que se practicó hasta que los consejeros creyeron que las primeras impresiones habían desaparecido, y que ya no había la exaltación, que atribuye– ron a sugestiones de pocos. Volvieron después a suprimir la palabra Libertad, habiendo antes usado de la superchería de no poner encabezamiento a los decretos. Búsquense las Gacetas de ese tiempo, léanse y se conocerá la exactitud de mi aserto. Terminaré esta anotación, mostrando la inconsecuencia de San Martín, al convocar la reunió n del Congreso para el lo. de mayo de 1822, según el decreto de 27 de diciembre de 1821. ¿Hab ía entonces mejorado la situación del Perú? ¿Habían variado los hábitos de los pueblos y desaparecido las circunstancias de éstos y sus antipat ías locales? ¿Qué había podido hacerse desde el 9 de agosto hasta el 27 de diciembre, día de la convocatoria? ¿y qué podía cambiarse, extendiendo el plazo hasta el lo. de mayo? ¿sólo nueve meses podían cambiar el estado del país Y hacer desaparecer las razones que lo o bligaron a proclamarse Protec– tor? A fines del año aún no estaba afianzada para siempre la prosperidad de Jos habitantes de esta región; los españoles se habían rehecho, no se hallaban en cuadros en la provincia de J auja y con el tiempo que se les dio, dejándolos sin que nadie los persiguiera, era su situación amenazadora y se hallaban en capacidad de damos un golpe como nos lo dieron en lea. Gracias al sistema de que ya los españoles no eran temibles y mas bien un preservativo contra el inevitable inílujo de antipatías locales. Ofreció San Martín dimitir el mando cuando no hubiese ene– migos, cuando estuviese asegurada la independ encia, en el momento en que fuese libre el territorio. Y si nada de esto existía el 27 de diciembre de 1820 y por el contrario todo había empeorado de agosto a diciembre, ¿por qué cambió San Martín de táctica y de política? Los acontecimientos lo explican. Con sus medidas arbitra-

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx