Memorias, diarios y crónicas

94 FRANCI SCO JAVIER MARIATEGUI ANOTACION XVII Regalo de la Municipalidad a los j efes del Ejército, a San Martin, a O 'Higgins. - Plan de revolución descubierto por Heres. Relata el au tor de la historia en su capítulo XV la conducta de la l\1unicipalidad de Lima, que regaló a los j efes del ej ército, en fincas, medio millón de pesos y el reparto que de esta can tidad hizo San Mart ín; el obsequio que este jefe hizo de las haciendas de MontaJván y Cuiva, situadas en el valle de Cañete, al Director de Chile D. Bernardo O 'Higgins, fundos que el señor Paz Soldán valoriza en más de quinien tos mil pesos y concluye con esta reflexión : "¿c on qué derecho dispuso la Municipalidad de Lima de lo que no era suyo? " . Excelente y opor tuna reflexión; como lo es la que continúa. Yo contestaría: con el mismo que tuvo San Mart ín para repartirlos. ¿y po r qué no agregó y preguntó, con qué derecho hab ía San Martín dispuesto de Montalván y de Cuiva, que tampoco eran suyos? ¿Por qué no completó su importan te y justa pregunta? Pasa después el au tor a narrar el disgusto de los j efes argenti– nos contra San Martín y Ja conspiración en la que intervinieron Las Heras, Necochea, Martínez Correa, Alvarado y o tros, conspiración que denunció Heres, comandante del "Numancia". El proyecto fue separar a San Martín del mando que se apropió y que no recibió de quien debía y podía dárselo, de la elección popular ; y no fue asesinarlo como lo insinúa el auto r atribuyéndo lo a uno de los que concurrieron a la junta. ¿y de qué p rovenía este disgusto de los jefes? ¿ne qué trataban? De que la guerra terminara, mien tras que San Martín, por sugestiones de los monarquistas, la prolongaba; porque querían ganar tiempo y no perderlo; porque veían que en el Peru independiente se perdían oportunidades que no siempre se presentan para concluir con el enemigo, y nada se hacía mientras éste se armaba, creaba fuerzas, organizaba lo desorganizado Y se preparaba a nuevas campañas; y de que veían abatirse a los perua· nos más arrojados por las persecuciones que sufrían , por los desen· gaños que experimentaban y por las esperanzas que perdieron de que San i\1artín ya nada haría. ada hubo de planes mezquinos, nada de investigaciones de parte de San Martín, quien estuvo bien aconsejado y no trató de investigar lo que ya sabía, ni de exponer· se a que los que tenían la fuerza, secundados por la opinión del pueblo, dieran el golpe . Verdad es que la reuniones se hacían en el

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