Memorias, diarios y crónicas

CAMPAÑAS DEL EJERCITO DE LOS ANDES 165 tierra al choque de las dos masas tembló por un rato. Se trabó una sangrienta batalla y al fin lo decidió la bayoneta (1 ). Los españoles precipitados quisieron escapar de las filas repu· blicanas pero la muerte corrió más que ellos. Una legua de campo se vio regada de cadáveres. Los restos fugitivos se rindieron a discreción. Chile fue segunda vez libertado y esta gloriosa jornada pudo influir en la suerte de toda la América. Se tomaron al enemigo todos los planes que había concebido. El se creía vencedor antes de abrir la campaña, y ofreció al Rey de España en el término de un año concluir la subyugación de América. Venciendo en Chile debía pasar sin detenerse a situarse en Cuyo, las fuerzas del Alto Perú en · Salta, y ambas reunirse en Córdoba para cargar sobre Buenos Aires. Desbaratados por tan formidable golpe, proyectos tan avanza– dos, los españoles sostuvieron con tesón la guerra en la provincia de Arauco. Fue preciso de sus resultas destacar nuevas fuerzas sobre el Bío-Bío. Un fuerte choque en Los Angeles concluyó los restos de los destacamentos españoles arrojando a los bosques araucanos los obstinados prófugos (2). En estas circunstancias arribó al puerto de Talcahuano un convoy español con otra expedición peninsular. Toda ella fue prisionera por la escuadra que recién se organizaba en Chile guarnecida con tropas del ejército. Desde ese momento se afianzó el poder en tierra, y se extendió el dominio a las aguas del Pacífico. Sólo existía en el territorio de Arauco la plaza de Valdivia en poder de los españoles. Era preciso quitársela. Una expedición marítima zarpó de Valparaíso llevando tropas de transporte con ese objeto. Entre la escuadra se encontraba un bergantín de guerra argentino (3) tripulado y guarnecido con gente y tropa de su ( 1) Esta memorable batalla fue el 5 de abril de 1818. El soberano Congreso del Río de la Plata decretó para los jefes y oficiales que se hallaron en ella el honorable dictado de heroicos defensores de la nación. El gobierno argentino concedió un cordón de honor y el gobierno de Chile una medalla de plata. (2) En esta jornada no se detallan varios encuentros y guerrillas menores, en que también triunfaron los del ejército de los Andes. (3) Nombrado el Intrépido el cual se abrió entre aquellas peñas que salen bajo los castillos.

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