Memorias, diarios y crónicas

ANOTACIONES A LA HISTORIA DEL PERU INDEPENDIENTE 5 América. Excesivos derechos se cobraban a las mercancías que se traían en los galeones, y también muy fuertes los que pagaban las que venían a la Compañía de Filipinas. De ese recargo de derechos procedían los precios fabulosos en que las mercancías, vulgarmente llamadas de Castilla, eran vendidas. El paño de San Fernando y el de Segovia se vendía a 25 pesos la vara, y así los demás géneros. Estos precios subían de punto, hasta lo increíble, cuando España se empeñaba en una guerra con otro poder marítimo. La última con la Inglaterra, a fines del siglo pasado, hizo subir los precios, y entonces fue vendido el fierro en cien pesos el quintal; pero esto, a más de la guerra, provino de la boya de algunos minerales y del progreso de la agricultura. Estoy instruído de estas circunstancias por haberlas oído a comerciantes honrados y capaces, cuando era muy joven. Ni podía haber subsistido el excesivo precio que D. Mariano Felipe da al fierro, porque entonces ni la agricultura ni la minería habrían avanzado en nuestra patria, ni la civilización hubiera progre– sado, ni se verían los hermosos edificios que adornan ésta y otras ciudades del Perú . El fierro es el elemento más necesario para el más pequeño adelanto. "Es una verdad de observación, dice un economista de nuestros días, una verdad probada por los hechos; que la civiliza– ción ha crecido con el uso de fierro, o en otros términos, el fierro ha contribuído al progreso de la civilización y de la libertad". Dar el autor de la historia del Perú independiente un precio tan crecido al fierro, es sostener que su consumo era muy pequeño, y la civilización de los peruanos casi ninguna; y como esa aserción podría dar lugar a que los europeos, que nos creen semisalvajes, se afianzaran en su errado concepto, me he detenido en mostrar esa inexactitud del autor. Precio excesivo de una expecie, es el poco consumo de esa especie; fierro caro, poco consumo del fierro; y como los economis– tas calculan el adelanto y civilización de un pueblo por el fierro que consume, con razón creerán que los peruanos estamos más atrasados que lo que en verdad nos encontramos. Hijos de españo– les, educados por teólogos y frailes, y bajo el infernal régimen de la Inquisición, es una verdad que debíamos ser muy ignorantes y estar muy atrasados; pero la idea es como la luz, penetra y se difunde a

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