Memorias, diarios y crónicas

ANOTACIONES A LA HISTORIA DEL PERU INDEPENDIENTE SS ANOTACION Xlll Error del autor sobre la enfermedad que padeció el e1ercito: no hubo fiebre amarilla. - Error sobre el bloqueo. - Plan de sublevación del batallón Castro. - Acción de Zárate. Refiere el autor que anotamos, que "Lima y sus valles inme– diatos son malsanos en cierta época del año, y que de tiempo en tiempo se desarrolla una epidemia mortífera que, después, se ha reconocido ser la fiebre amarilla, o vómito prieto, que tanto atemo– riza a los extranjeros en las costas de Méjico y de Colombia; que el ejército situado en Huaura y pueblos inmediatos fue atacado de esa horrible enfermedad, y que el mal se aumentó por falta de recur– sos" (k). No es cierto que en los valles inmediatos a la capital y en ésta se desarrolle una epidemia mortífera, que después se haya conocido ser la fiebre amarilla; no es cierto que el clima de Lima y valles inmediatos sea malsano. No hay memoria de que haya pasado por esta capital la fiebre amarilla antes de 1854; ni de que la epidemia que reinó en sólo el Ejército Libertador, fuese la fiebre amarilla. No hubo en 1821 epidemia en Lima. Hemos expresado antes que la enfermedad de las tropas provino de desórdenes de comer frutas verdes, de tomar con exceso el zumo de la caña molida en la hacienda del Ingenio. No hablo de memoria, ni es esta opinión mía, fue la del médico Dr. Fuentes que las asistió, fue la de los Dres. Unanue y Tafur, Pezet y Falcón, a quienes les oí disertar con tino sobre esas enfermedades sufridas por las tropas. Apelo al testimonio de la facultad médica, al examen de los libros de los hospitales, para desmentir la desconocida fiebre amarilla que se desarrollaba en ciertas épocas del año. D. Mariano Felipe es el único, a nuestro juicio, que tenga esta opinión. Verdad es que hubo pocos remedios en Huaura, porque por descuido los jefes de la expedición, no los sacaron de Valparaíso, lo que dio lugar a las quejas de Monteagudo, que el autor copia en la f. 161[(pág.161)]; pero también es verdad que en cuanto supieron los patriotas esa falta, acudieron para hacerla desaparecer. Alistaron una botica bien surtida que preparó Geraldino, por cuyo valor se obligaron cuatro limeños, si San Martín no ocupaba la ciudad; mas [(k) La transcripción es incompleta y no es literal, no obstante se da el sentido de lo que expresa Paz Soldán, en su op. cit., pág. 161.]

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx