Memorias, diarios y crónicas

ANOTACIONES A LA HISTORIA DEL PERU INDEPENDIENTE 65 quise servir a la patria, y le traje caballos y mulas; y el señor (esto por el Comandante ~lilitar de las partidas) no los quiso recibir; por eso los regalo y los vendo. 1\1. - Véndamelos usted; yo los compro. Z. - iA U. jamás! ni por mil pesos cada uno. El General español aparentó no querer insistir más, ni tratar de corromper a quien reputó incorruptible, pero sin embargo le repuso: - Yo ofrezco a U. a nombre del Rey hacerlo oficial, darle una renta a más de un obsequio, si devuelve los caballos. Zárate se mantuvo firme, aseguró que nada quería, y que nada devolvería de lo que se había traído. Monet tuvo la debilidad de preguntar al guerrillero qué le había dado la patria, y por contesta– ción respondió Zárate, poniendo la mano derecha en la cruz de su sable: "esta arma para defenderme y esta gorra de pellejo (tomán– dola} para abrigarme la cabeza". Monet volvió a Lima desengañado y sin sacar la menor ventaja del paso falso que diera, habiendo convenido en que fueron paisanos los que tomaron los caballos y no habiendo podido obtener de éstos la menor ventaja. Pregunté a Zárate cuando lo vi después ¿por qué había afeita– do media cara a los españoles? y riéndose me contestó: "En pampas abiertas como las que tenía que atravesar, es muy difícil arrear los caballos, que se dispersan, y en juntarlos se pierde tiempo, y yo quería que los soldados que dejaba, tardasen en llevar la noticia para que se demorasen en salir en mi persecución, y cada hora era para mí un triunfo. Los medio-afeitados buscarían en el pueblo quien los afeitase, y esto era lo que yo quería, como sucedió". No puedo atinar por qué Paz Soldán nada dice de estos dos sucesos y yo suplo su falta. ANOTACION XIV los españoles abandonan la ciudad. - Vivero entrega la capital. Trata el autor de la historia en su capítulo XI del abandono que los enemigos hicieron de esta Capital, de los planes de San Martín para ocuparla y perseguir al Virrey en su retirada, de la proclamación y jura de la Independencia y de la oposición de los obispos, contentándose con narrar simplemente lo acaecido, sin hacer la más pequeña reflexión sobre tan grande acontecimiento. En

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