Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 111 de los realistas: asi que destituidos de su antiguo prestigio fue mas fácil su destruccion cuando osaron comparecer de nuevo en el teatro de sus vandálicas incursiones. El vigor que habian tomado las tropas destinadas á batir al enemi– go se comunicó á todas las provincias de la espalda. Don Pio Tri tán presidente interino del Cuzco, babia organizado tan brillantemente su provincia, que se hallaba en estado de suministrar ingentes socorros, como Jo verificó para llevar la guerra á Buenos-Aires. El de La Paz don Mariano Ricafort babia llegado á sujetar aquella indómita ciudad; i como el d - sagravio de la vindicta pública i aun la misma conveniencia política de que no quedasen impunes los horrendos crímenes exigiesen un severo i ejemplar castigo sobre los principales asesinos que mas hahian figurado en las trágicas escenas relacionadas ya en el curso de esta historia e celebró un consejo militar, por el cual fueron condenados á la pena de muerte en el mes de noviembre 15 de ellos, 44 fueron destinados á pre– sidio i ] 9 sufrieron un castigo mas benigno. Algunas mugeres, que ha– bian tomado asimismo una parte activa en aquellos actos de inhumanidad i barbárie, espiaron su enorme culpa con multas, encierros, i con su e - posicion á la afrenta pública. El virei Pezuela sin descuidar las operaciones del ejército del Alto Perú se ocupaba con el mas ardiente empeño en en iar socorros al reino de Chile que le pedia con urgencia su presidente Marcó del Pont al rcc amenazado por las tropas de San Martin. Conociendo la necesidad de t - ner bien defendidas las costas de aquel reino, no contento con la escua– drilla que babia dirigido en el mes de octubre á Valparaiso, hizo armar la corbeta Veloz i el bergantin Ciceron que luego tomó su mismo nombre habiendo tenido el consulado de Lima la generosidad de encargarse de su primer costo i manutencion. Sus planes principales se dirigían á realizar la in vasion que ya babia proyectado antes de dejar el mando del ejército sobre las provincias d Jujuí i Salta, de la que iba á ocuparse el interino general Ramirez, cuando noticioso de la aproximacion del señor La Serna, qui o c d r á te dicrn gefe el honor de aquel triunfo. Desde que tomó el mando del jército dicho creneral La S rna r - cihió las mas urgentes escitaciones para que la llevase á efecto· i a imi - mo cuantos ausilios estuvieron al alcance del virei; pero ta op ra ion que por varias cinrcunstancias no se ej cutó tan pronto como hahria con– venido para asegurar la felicidad de su resultado, recibió imprevisto on– trastes, de los que se tratará en la historia del año iguiente.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx