Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

114 MARIANO TORRENTE primer error, i dieron la preferencia á las tropas del pais para toda clase de acciones de sorpresa i emboscada cuando vieron su mayor destreza i la felicidad de sus resultados para aquella clase de guerra. Si el clarín español vuelve á resonar en las playas de América, con– vendrá que los gefes tengan bien presente esta leccion: para una campa– ña de marchas i de encuentros parciales, para esploraciones del terreno, para evitar repentinos asaltos i para burlar los ardides enemigos son innegablemente mas útiles Jos soldados americanos; i sabiéndoles inspirar la necesaria confianza es segura su fidelidad i constancia: la larga espe– riencia lo tiene bien acreditado con mui pocas escepciones; los Castas en general han tenido siempre una perfecta adhesion al Monarca español, i nada los ha envanecido tanto como empuñar la espada en defensa de sus reales derechos, i alternar con los valientes europeos. Despues que el señor La Serna se hubo apoderado del pueblo de Ta– rija con tropas que hahia reunido en Livilivi, á donde se hahia dirigido en su primer movimiento por creer de absoluta necesidad dejar cubierto aquel flanco antes de internarse en las pro incias de ahajo i despue de haber nombrado por gobernador de ésta al entonces brigadier don Antonio María Alvarez, en la actualidad mariscal de campo, que babia hecho todas aquellas campañas i servido con honor i bizarría desde la formacion del pri– m.er ejército por el conde de Huaqui, salió para Yavi á mediados de di– ciembre; i como hubiera recibido en Yocla, cuatro leguas antes de llegar á Cotagaita, nuevas i urgentes escitaciones del virei para llevar á efecto su espedicion sobre el Tucuman, emprendió en 1? de enero su mru·cha directa desde dicho punto de Yavi para dar cumplimiento á aqueUas .órdenes. Los primeros choques que sostuvieron sus tropas con los rebeldes lueron constantemente felices. El brigadier Olañeta, que mandaba la van– .guardia batió á los enemigos primeramente en el paso de los rios Leon i Reyes, luego en rio Blanco que se halla en las cercanías de la ciudad de Jujuí. Tambien los coroneles don Francisco Javier Olarría, don Buena– ventura Centeno, don José Carratalá, el teniente coronel don Antonio Seoane, i el capitan don Pedro Becerra se cubrieron de gloria en varios -encuentros que tuvieron con los gauchos i con el regimiento insurgente llamado de Dragones Infernales en las inmediaciones del mismo punto ,de Jujuí si bien el fruto de estas ventajas se perdió en gran parte en una sorpresa dada por los rebeldes en las mismas puertas de la ciudad á lo forrageadores de la division de Olañeta, cuyo golpe funesto causó la muerte -de 40 europeos i 70 americanos con dos oficiales de los mas valientes. Cuando Olañeta principió su movimiento de frente sobre Jujuí em· prendió otro el coronel Marquiegui sobre Oran, con el objeto de destruir ]as varias partidas insurgentes que se habían refugiado en aquel territorio bajo la direccion del principal caudillo Arias. La gavilla que mas pronto

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