Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 115 probó los mortíferos golpes de la caballería mandada por el gefe del e - tado mayor don Bernardo La Torre, fue la del cabecilla Ramirez, quien alcanzado en los desfiladeros del rio de San Andrés, fue víctima de su audacia, con dispersion de toda su gente. El mismo Arias f ue ucesi a– mente arrollado en varios encuentros, i finalmente en las calle de Oran en donde quiso hacer sus últimos esfuerzos de una infru ctuo a re isten– cia: luchando en vano contra la adversa fortuna hubo de ocultar la men– gua de sus derrotas en los bosques de Jos indios Matucos con alguno po– cos de sus oficiales. Continuando la columna realista su marcha para Jujuí por 1 de– sierto, luego que hubo remitido al interior los p l"i ionero , entre lo que se hallaban varios ahogados i sugetos de alto rango, que habían huido á Oran con las reliquias de la faccion de Padilla despues de su derrota por Aguilera~ se encontró con otro enemigo tanto mas terrible cuanto meno perado. Era este el caudillo Benavides reforzado por 400 caballo que Güe– mes le babia remitido para que impidiera La reunion de aquella tropa con el resto del ejército. Con las muchas bajas que los r ealistas habían te– nido durante aquella arriesgada espedicion había quedado reducida u fuerza á 300 infantes i 60 caballos; la de los enemigo era triplicada i ~ u altanería hahia crecido en razon de las mayores probabilidade con que contaban para su triunfo: solo la seren idad i bizarría de unos oldado n– tusiasmados con la santidad de la causa que defendian era capaz de a– carlos con honor de una situacion tan apurada. Atacados vigorosamente en las alturas de Ledesma en l rio d la Piedras, i en los llanos de San Lorenzo, tuvieron constantem nt propi ia la suerte de las armas; i p r otegida su r etirada por el brigadier lañeta, quien recelando de los p eligros que lo rodeaban babia alido en u au- ilio desde Jujuí, llegar on felizmente á r eunirse con el j 'r ito á lo ua– r enta dias de haber principia.do aquella peno a campaña n la qu g fe . oficiales i soldados dieron la mas l umino as prueba de ufrimi nt <'On - tancia i valentía . Al llegar el general n gefe á Humaguaca pidi · do par a asegurar la obediencia del pais i encar er á aqu llo v ntajas que d ebían reportar d la abjura ion d i como h ubiera el ITTdo e te punto para d pó ito militar de r taguardia. i como un medio de manten r esp dita la omuni acion mand · qu fu - r an construidos p arapetos en la iglesia i em nterio á fin d qu la tr - pas que debían qu dar d guarnicion tuvi ran todo lo m dio d r ba– zar victoriosam nt los ataques qu indudahl m nt 1 darían 1 au- hos i demas cu rpos francos lu g qu 1 j 'r ito huhi ra al jado. o bi n hahian qu dado olos 1 130 homhr qu 1 s co ponían aqu lla guarnicion uand ata ad p r l audill muerto el capitan d artill ría don F lix d a Ro a fugado lo d iITT.Ial

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