Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú
122 MARIANO TORRENTE catálogo de los ilustres hechos de La Hera, i puso en claro la bizarría de aquella columna, especialmente la del segundo comandante del batallon ligero del centro don Baldomero Espartero, que se cubrió asimismo de gloria. Situado ya el cuartel general en Tupiza despues de tan desgraciada espedicion, se ocupó el señor La Serna en restablecer la calma en las pro– vincias del Alto Perú. Noticioso de la derrota de La Madrid por la divi– sion de Oreilli dió órden al brigadier Ricafort para que saliese á cortar la retirada á los restos del citado caudillo insurjente, que segun todas las apariencias dehia verificarla por la provincia de Tarija . Aunque es– tas disposiciones no tuvieron el éxito que se babia propuesto el gefe, por– que llevando La Madrid toda su gente montada habia podido verificar su fuga con celeridad, Ricafort sin embargo tomó posesion de Tarija, que babia sido evacuada por los insurjentes apenas tuvieron aviso de su apro– ximacion. Hallándose todavía esta provincia hostigada por varias partidas insurjentes se dedicó el benemérito Ricafort á perseguirlas con infatiga– ble celo, obteniendo por resultado de su entusiasmo la destruccion de la mayor parte de ellas i la aprehension de los caudillos Raya, Mendoza, Farfur i Cardoso, si bien Rojas, Uriundo, Mendez i Subiría pudieron sal– varse por entonces de tan terrible enemigo . Ya desde este momento decayeron de ánimo los enemigos del Rei i fueron perdiendo todo el mérito de sus anteriores hazañas re oluciona– rias. El coronel Aguilera seguía imponiendo respeto en la provincia de Santa Cruz al favor de las ventajas conseguidas por sus armas. Rabia re– chazado los encarnizados ataques que hahian dirigido contrn la capital de aquella provincia en el mes de noviembre 400 insurjentes mandados por los cabecillas José Manuel Mercado, Juan Lorenzo Saavedra i Francisco Nogales, apoyados en 3 piezas de artillería i en una porcion de indio chiriguanos armados de flechas; i habia acabado de derrotarlos en su re– tirada matando 100 de ellos, hiriendo un número mayor, haciendo 15 prisioneros incluso Saavedra, rescatando 31 realistas que tenian en su po· der i apoderándose de varios fusiles, lanzas, flechas i caballos. Con esto golpes, en los que contrajo un mérito sobresaliente el teniente coronel don Gaspar Fontaura, quedó sofocada la insurreccion por aquel lado in que e recuerden ya mas combates en este año que el encuenti·o que tuvo el teniente coronel don José Villegas en el punto de Mojocoya con el caudillo Narciso Callejas, al que hizo prisionero con toda su partida compuesta de 18 individuos inclusive dos oficiales cogiéndole tamhien toda sus ar· mas, caballos i municiones. Aquel mismo caudillo Lira, que batido gloriosamente en el mes de ene– ro por el teniente coronel don Juan Sanchez Lima en las márgenes del río Ayopaya, se babia rehecho nuevamente i hahia tenido la temeridad de hostilizar la provincia de Cochabamba, halló en ella á los valientes rea li .
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