Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú
HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 147 tantemente gloriosos. La marina que hahia podido reunirse en el Callao. aunque no era suficiente para destruir las fuerzas de Lord Cochrane, era capaz sin embargo de rechazar sus ataques. · Las tropas parecian an imada · de la mayo:r firmeza i entusiasmo; su fuerza efectiva no bajaba de 23 .000 hombres, si bien se hallaban esparcidos por un inmenso territorio de 500 leguas; todo pues hacia esperar que la autoridad real no habia de ufrir ningun desacato . Empero el horizonte político se fue cargando poco á poco de nubes, i empezó á amenazar una próxima tempestad. Habian sido de embarcado en el año anterior de la escuadra chilena varios emisarios de San Martin con el objeto de pervertir el espíritu público i de conmo er las pro incia : algunos habian 8ido aprehendidos; pero los mas seguian ejerciendo u p - tífero influjo. Entre los perversos planes del citado caudillo habia ido concebido el de asesinar al virei cuando saliera a paseo ó el de ~ bornar algun individuo de su familia para que le administrase u n eneno entre los manjares de su mesa . Un tal Pezet i Paredes estaban encargados de esta horrible ejecucion. Otro de los emisai-ios llevaba la comision de o– nomper algunos artilleros para que con los ingredien tes que al efecto debía entregarles, desfogonase la artillería que e hallaba situada en la capital: i finalmente se emplearon todos los medios de la ma depra ada malicia para introducfr el desórden i asegurar su triunfo. Fueron burladas sin embargo la mayor parte de e tas infernale ma– quinaciones; mas el pais quedó estr emecido con el fuego de la sedu cion i se aumentó con ella la inquietud i el de a osiego del gefe español, á quien el augusto Monarca habia confiado aquellos su dominio . eia que tenia que luchar mas bien con la intriga que con la f uerza; temia fundadament • que cuando el enemigo pre entaba la ara habia de contar on 1 apo_o de la opinion. Lo pueblos del vir inat de Lima no habian probado t odavia lo– efectos de la guerra civil, i mucho menos los trago de la lucha por la in– d pendencia ; asi no era straño que d !umbra en con la halarueña- promesas i con las bien tej ida fra e d lib rtad i mancipacion de la metrópoli. Estaba por lo tanto d r tado qu t p p rim n tas igual– mente los male de una il gítima r volu ion. Lo p ruano habian id f lic hasta ta ép oca i se pr ntaban orno un obj to d en idia par us vecinos : era pu muí propio d d antada filantropía i d u ah urda creencia política contaminarlo ontagio. Ocupaban sta ria l ánimo d 1 i P zu la. i onocia qu era on r á dura pru ha ha ta 1 últim quilat u "alor i prevision, i hahia d triunfar d la am nazada lu ha: om h ro– bre públi o no ultaha la difi ultad d r i tir Yi tori am nt ·1l prim r d arr lI d un m imi nt r olu i nari ~ om mili tar n 1
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