Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú
HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 153 contra las costas de su vireinato. Fue preciso volver de nuevo á adoptar las mas vigorosas medidas para recibir á un enemigo tan osado, que era presumible no se arrojase á aquella empresa sin contar con poderoso8 au– siliares. Los primeros cuidados del virei se dirigieron á la defensa de la <'apital, dando todo el vigor necesario á la guarnicion del Callao, al regi· miento de la Concordia, i á los cívicos organizados bajo la direccion de los oidores, alcaldes i empleados civiles. Hizo venir desde Arequipa al ba– tallon de Victoria compuesto de 700 plazas á bordo de las fragatas Es– meralda i Venganza. Pocos dias antes había tenido la Prueba un com– bate con la pirata llamada la Rosa de los Andes; i aunque esta tenia 16 cañones menos que la española, menor tripulacion i cualidades mui infe- 1-iores en su construccion, se salvó sin embargo en el rio lzcuandé aunque ~lgo maltratada. Fueron igualmente activas las órdenes que comunicó el virei Pe– zuela á todos los comandantes de cuerpos i de plazas, intendentes i demas empleados en el servicio del Rei, para que apurasen todos lo recursos di.e su celo é ingenio, á fin de conservar la tranquilidad en su respecti os dis– tritos, i concurrir con toda clase de sacrüicios á sostener aquellos dominio . Sin embargo de haber llegado por la via de Panamá la noticia de la re– volucion constitucional en la península, i aunque habia en Lima un par– tido empeñado en que se proclamase tan ominoso sistema supo el rre1 contener aquel peligroso fuego hasta que hubo recibido directament la.! órdenes relativas á la jura. Este desgraciado accidente llenó de afliccion el ánimo del irei, por– que conociendo á fondo la situacion de los negocios úhlico eia con do– lor el abuso que habían de hacer los rebeldes de la decantada filantropía de los regeneradores peninsulares. La igualdad legal sancionada como dog– ma político, el absurdo principio sentado por aquello de que la obera– nía residia en la nacion," la formacion de junta popular para nombrar sus diputados á cortes, las estensas facultades concedida á la diputacio– nes provinciales i ayuntamientos, la egregacion de la parte civil i jucli– cial de los comandantes de distritos, la pro cripcion de las formas monár– quicas, tan necesarias para a egurar la obediencia d lo pueblo . i mu h mas en paises rui:tantes del centro d 1 poder i finalm n e el orgullo d qu habían de poseerse los facciosos al v r que sin s parar e d la r 1 con - titucionales poruan sazonar impun m nte los plan d dos estos escollos qu ofr ian á la imaginacion d lista en Améri a, i qu no ultaban al prim r g f qu p r sp ri ncia los fatal s f et produ ido por la no bi n cucion del cons jo d r gencia d 1 año 1810 ll naban u orazon de la mas terribles a gustia ; p ro era u d b r la oh di n ia i Jo tanto con ci ga onfianza al ar borra co d
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