Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 157 vincia é incorporar á sus filas á los negros esclavos, á quienes el caudillo San Martin babia ofrecido la libertad, se avanzó Arenales en 20 de octubre ácia el interior. Teniendo noticia el virei de estos suceso mandó salir al coronel don Juan Antonio Pardo contra Bermudez, á quien atacó sin em– bargo de ser su5 fuerzas mui inferiores, i lo puso en completa fuga ma– tándole 14 hombres, hiriéndole 4, haciéndole 13 prisioneros i apoderándo e de 19 tercerolas, 2 fusiles, 5 lanzas, 8 sables, 52 caballos 42 mulas i de un buen surtido de municiones i pertrechos de guerra. Los pueblos de lea Córdoba i Chivillo dieron las mas brillantes pruebas de fidelidad á la causa real: los vecinos de los dos últimos se reunieron para batir una partida de insurjentes que se había adelantado por aquella parte i aunque no tenían mas armas que palos, hondas i piedras, lograron rendir á todo los individuos que la componían. Las tropas tituladas libertadoras se embarcaron en 25 del citado oc– tubre con direccion al N. de Lima, despues de una permanencia de cua– renta i cinco dias en aquellas playas. Los motivos que tuvo el gefe insur– jente para tomar esta resolucion fueron la desconfianza de fomentar en ellas su causa, los deseos de reconocer otros puntos en los que halla e mas propicia la opinion á sus planes, i el mal estado de su ejército produ– cido por la incorregible aficion de sus soldados á chupar la caña de azucar que tanto abunda en aquellos partidos, asi como por el maléfico influjo de sus áridos é insalutíferos arenales. Habia sido su primera idea la de dirigirse á Trujillo · pero mejor ~consejado por el almirante, que le hizo ver las privaciones á que podiau quedar espuestas sus tropas, las mayores dificultade de amenazar á la cnpital rle Lima. de la que distaba 100 leguas la indicada ciudad i lo riesgos que corria la division de Arenales que estaba operando por la e - palda del enemigo, varió completamente sus planes, i viró ácia la bahi a de Ancón, distante siete leguas de Lima, en tanto que la O Hiugins la Lautaro , la Independencia i el Brick Araucano permanecían á la vi ta del Callao. Por no invertir el orden regular de los acontecimiento daremo cuenta en este lugar de la ublevacion ocurrida en Gua aquil que fue comunicada á este tiempo por la goleta Alcance. Era gob mador de aque– lla plaza el brigadier don José Pascual Vivero que en el año anterior había pasado á encargarse del mando llevando de refuerzo el batallon de a– naderos de reserva: dividido e te cuerpo en partidas mandada por u mismos oficiales, lograron n 9 de octubre r ndir á u omandante don Henito García del Barrio, al mi mo gob mador á u gundo don Jo ' Elizalde, al comandant de artill ría don Miguel Torr i lo conduj ron presos al cuartel así como á todo lo urop o empl ado i dema r ta que pudi ron haber á la man apoderándo e al mismo tiempo d las

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