Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú
168 MARIANO TORRENTE Por grande que fuera la actividad de Rícafort, no llegó á tiempo <le batirse con aquel caudillo; pero logró á lo menos derrotar en las in– m ediaciones de Huamanga á principios de diciembre á los caudillos Lan– deras i Torres que habian juntado toda la indiada del partido de Cangallo al gun os dias despues á los que infestaban la provincia de Huancavelica i en 29 del mismo mes en las pampas cercanas á Huancayo á otro inmenso enjambre de 8 á 10.000 indios que se hahian situado en ellas, armado de lanzas rejones hondas , algunos fusiles i escopetas, i apoyados por 800 m ilicianos i negros , i tres piezas de artillería al mando del citado Aldao. Quinientos muertos, un número mayor de he~idos i . prisioneros ~ la ompleta dispersion de los restantes, toda la artillería, la mayor parte del armamento i municiones, porcion considerable de caballos, i cuantos efec– tos de guerra poseían los rebeldes, fueron los trofeos de los realistas en esta sangrienta refriega, en la que oficiales i soldados se cubrieron. de glo– r ia , distinguiéndose sobre todos el brigadier "Ricafort los tenientes coro– neles Garcia, Ramirez, Ferraz i Seoane. El dia antes de esta batalla ha– bían r ecibido los realistas otro golpe de los mas crueles con la sublevacion de Trujillo ~ dir igida por su desleal intendente el marques de Torretagle. H abiendo p reparado la intriga mui de antemano con pretesto de que los europeos trataban de asesinar á los americanos. supo hacer brecha en la fidelidad de aquellos habitantes i decidirlos á la rebelion. R emovidos con astucia todos los obstáculos que hubieran podido oponer se á su s planes, dió el grito de independencia sin que el débil aun– que leal destacamento de Numancia que se hallaba de guarnicion, hubiera podido parar aquel pronunciamiento simultáneo de la opinion, ni conse– guir mas ventaja que la de salvarse del incendio, refugiándose entre las tropas de P iura, que mui pronto participaron de igual contagio. El Ilmo . obispo don José Carrion i Marfil con 16 individuos mas fueron embarcado par a el Callao. Al favor de tan horrible traicion e hicieron dueños lo rebeldes de la parte septentrional del P erú, quedando cubierta la retaguar– dia de las tropas de San Martín, i privados los r ealistas de aquel intere ante granero, que á falta de los suminist r os de Chile babia abastecido de ví er e hasta entonces al vireinato de Lima . El edificio realista se iba desmoronando por toda parte : aun qu las provincias de Huamanga, Cangallo i H uancavelica habían ido paci– ficadas por el bl'igadier Ricafort; i aunque se habían notado en ario puntos rasgos particulares de acendrada lealtad , era sin embargo casi g - neral el desaliento en todo el vireinato de Lima : en u n olo dia que fu el 8 de diciembre se habían fugado de la capital 38 oficiales i un cad te; en todos los cuerpos se había introducido esta d esleal propen ion i ya los mismos gefes i oficiales no tenian confi~nza unos de otr~s. Cr ia1:1 lo mas que iba á ser irreparable el torrente imp etuoso de la msurrecc1on.
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