Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú

HISTORIA DE LA REVOLUCION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU 173 reunir las voluntades i la creencia de los gabinetes europeos i aun de la misma España de la irremediable pérdida de aquello dominio . Obrando fuertemente en el ánimo del virei estas gra e con idera– ciones, se decidió por la conservacion de dicha capital á costa de cualquier ~acrüicio . Todos us habitantes, aun los mas decididos rear tas aplaudí - ron esta determinacion, confiando en que si la fortuna lo abandonaba despues de haber desplegado todos lo recursos de su ingenio i alor po– drian asegurar una honrosa capitulacion, mediante la cual fueron respe– tadas sus personas i propiedades. Guiados por estos principio i viendo agravarse lo crítico de las circuntancias á paso agigantado atre ieron 72 individuos de los mas distinguidos de aquella ciudad á firmar una representacion en 16 de diciembre pidiendo al virei que e tipula e con San Martin tratado. amisto os como una continuacion de los principiado en Miraflore i que ce asen de una ez ma la di cordia entre europeo i americanos. El ayuntamiento, á quien fue presentada dicha espo icion para que por su conducto i con su apoyo fuera trasmitida al gefe superior del reino reconoció la conveniencia de esta medida i reunió su oto á lo de lo suscritos, en el acto de hacer la entrega· pero el virei Pezuela que toda ía contaba con fuerzas respetables para no dar un paso tan bochornoso, re– chazó aquella intempestiva súplica i trató de ostener la guerra ha ta 1 último trance. La triste i dolorosa lectura de este capítulo, que por desgracia abunda tanto en contrastes i reveses para las armas del Rei podrá er interpre-, tada por alguno como un argumento á favor de la independencia: esten– derán su raciocinio con toda la apariencia de olidéz hasta el punto de afirmar, que la opinion general estaba por dicho istema i que era un imprudente desacierto de parte de las autoridades realista el pretender contrariar con tan débile medio la opinion de do millon de habitant . Para corroborar su idea, alegarán que sin la adhesion de lo pueblo á Jos principios subversivo no habria ido po ible que un ejército estrang ro de 4500 hombres hubiera hecho tanto progreso contra un gobierno tablecido por justa abia ley arraigado por el dominio pacífico de 300 años i defendido por 23 000 oldado ali nt mandado por há~ hiles generales i e forzados oficiale . Cualquiera que haya e tudiado á fondo las revolucion e orpren- d rá mui poco d ver triunfar á e una corta fu rza obr un pai invadido, aunque la opinion no I a g n ralmente fa orabl al principio. Los peruano gun se ha dicho n otro lugar no cono ian toda 'a lo males d la nu a t oria pro lamada por u ino ~ cr ron qu stas habian de on tituir u f li idad. D aquí l oir on agrado la e· ductoras pro lama · d aquí l nfriar u íritu gu rr ro á farnr d 1 R i· d aqui l pa ar mucho pai ano á ngr ar l j 'r it mv r;

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