Memorias diarios y crónicas historia de la revolución de la independencia del Perú
194 MARIANO TORRENTE de lo realistas que el de algunos soldados muertos i el del comandante don Dioni io Marcilla que salió herido de aquella refriega. Fue increíble el valor desplegado por gefes i oficiales en e ta ocasion: entre esto últimos se distinguió don Tomas Liniers, quien in embargo de no tener mas que 18 años de edad hizo ver la noble sangre que corría por sus venas, i dió muestras de querer rivalizar en gloria militar con su digno padre, el héroe de Buenos-Aires, i el vencedor de Beresford i de Whitelocke. Lo soldados se cebaron de tal modo en la sangre de las hor– das desleales, acordándose de la mofa é insultos que les habían hecho en los dias an teriores, que se vió precisado el generoso i noble Valdé á usar de toda su autoridad para calmar su furor, i para contener su irresistible brazo. Despues de una accion tan brillante por sus resultados, continuaron los mencionados gefes Ricafort i Valdés limpiando de enemigos el pai hasta el cerro de Paseo, desde cuyo punto retrocedieron á Lima por orden superior, habiendo tenido el valiente Ricafort i el capitan Garin la des– gracia de ser heridos de bala á su tránsito poi- la villa de Canta. No dejó de censurarse en este tiempo la llamada de aquello gefe á la capital, cuando su pe1·manencia en el cerro de Paseo parecía marcada por la mayor conveniencia, á fin de cortar la comunicacion de las tropas in surjentes de Huaura con los enemigos de la Sierra; pero el general Lasema determinó que quedase en dicho cerro el general Carratalá con cuatro compañías del primer batallon del Imperial Alejandro i dos escuadrone incompletos; fuerza que parecía suficiente para sostener aquel punto, por que no se había previsto la marcha de una division tan respetable como fue la que dirigió Arenales desde dicho punto de Huaura sobre Jauja. Al mismo tiempo que Ricafort i Valdés operaban por los citados puntos~ habian salido otras columnas en busca de víveres para suplir la escasez de la capital : las que operaron sobre lea , Yauyos i quebrada de Macas i Santa Rosa á las órdenes del general Canterac, hubieron de supe rar grandes obstácu]os en sus marchas á causa de las numerosas guerrillas que se habian formado con la seduccion, i con los fusiles que á mano llenas hahia suministrado San Martin á aquellos habitantes. Seguia revolucionada la provincia de Trujillo, de cuyos efectos había participado asimismo la de Mainas, mandada militarmente á e ta azon por el teniente coronel don Manuel Fer nandez i Alvarez ; porque si bien éste del mismo modo que su R. obispo con Fr. Hipólito Antonio Sanchez Rangel se habían rehusado á jurar la independencia, el intendente de Trujillo Torre Tagle les hahia negado el situado, sin el cual aquella provincia no podia subsistir, i la amenazaba asimismo con la fuerza de las armas por cuyas razones i para evitar todo desacato con tra el sagrado carácter epi - copal había debido fugarse aquel benemérito prelado para el centro de su diócesis, á donde se había retirado tambien á fines de diciembre del año 1820 el mismo gobernador.
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